7 nov 2011

Marcos Alonso en la revista Dinamiza-T de Cruz Roja

Marcos Alonso Hernandez nació en Gran Canaria en 1963, es Licenciado en Geografía e Historia por la Facultad de La Laguna y Profesor de enseñanza secundaria del IES Joaquín Artiles (Agüimes).
Desde joven cultivó la poesía y recientemente ha empezado a recorrer los caminos de la narrativa. Posee un blog literario, "Tintaentrepapeles, en el que escribe poesía, microrelatos, relatos y diversos artículos de opinión. Ha escrito una novela, inédita, "Andamana, la reina mala". Participa en el colectivo literario La Esfera Cultural y colabora con la Revista impresa La esfera Cultural. Participa y dirige los blogs literarios "El lagarto escribidor" y "Taller de chapa y escritura" del club de Lectura y escritura del IES Joaquín Artiles.

Dinamiza-T: Hola Marcos, muchas gracias por atendernos y dedicarnos parte de tu tiempo.

Marcos Alonso Hernández: Hola Lía, es un placer poder estar aquí charlando contigo sobre algo que nos apasiona tanto como la Literatura. Y quiero aprovechar la ocasión para felicitarlos por la nueva andadura de la revista Dinamíza-T, con ese nuevo aire más joven, ágil y elegante, ¡toda una monada!

Dinamiza-T: “Oscurece en Edimburgo” es una vorágine de acontecimientos y personajes, me imagino que tú te habrías hecho una idea de los derroteros por donde podía ir la novela y de repente en el capítulo anterior tu coautora o coautor te rompía los esquemas y salía por “peteneras”, entonces ¿cómo se siente un escritor que tiene forzosamente que improvisar?

M.A.H.: Para poder responderte a tu pregunta, he de decirte antes que uno de los motivos que me mueve a escribir, igual que en muchas otros aspectos en mi vida, es que me divierte. Dicho esto, hay que reconocer que la metodología de trabajo de “Oscurece en Edimburgo” poco tiene que ver con la de una novela convencional, en la que el autor escribe en soledad, más bien se asemeja a
un partido de tenis: te tiran una pelota y tú tienes que ir corriendo (en nuestro caso hacer un capítulo en tres días) a recogerla donde caiga, sin posibilidad de rectificar su trayectoria una vez golpeada, y vuelta a empezar. Es esa presión, ese estrés, lo que provoca un cierto grado de excitación literaria, que posibilita incluso la inspiración, o, dicho de otra manera, ejercita al jugador o escritor fortaleciendo sus músculos narrativos. Lo cierto es que, una vez publicado el capítulo en el día y la hora convenida, experimentaba un cierto “mono” al comprobar que ya no escribiría más hasta pasada tres semanas, era entonces cuando esa fuerza o inercia la invertía en escribir otras cosas pendientes (microrrelatos, una novela que tenía pendiente, algo de poesía…).

Dinamiza-T: ¿Nunca te sentiste tentado de llamar a tu compañero para decirle que cambiase algo que tú tenías una idea mejor?

M.A.H.: En realidad eso no era posible, date cuenta que teníamos un blog (www.7plumas.com) en el que publicábamos los capítulos a la hora ya señalada, de tal manera que el resto de los autores del blog lo leíamos al mismo tiempo que los lectores, de hecho éramos, como dice Amando Carabias, uno de los autores, 1/7 de escritor y 6/7 de lector. Ni siquiera cuando tuve que escribir el último capítulo, que fue decidido por sorteo, ningún compañero me presionó para que tomara éste o aquel camino. Sí es cierto, en cambio, que se percibía que cada autor tenía una cierta preferencia por alguno de los personajes, y que, en algún caso, cuando llegaba a manos de otro autor, éste decidía que había llegado su fin y moría en la novela, provocando las protestas de los demás, pero siempre bromeando y en clave de humor.
En realidad ese ha sido el secreto, en gran parte, de que se haya logrado llevar a buen puerto esta obra: el respeto, el aprecio y la amistad que ha ido creciendo entre nosotros como si fuésemos una familia.

Dinamiza-T: Todos los manuales del buen escritor dicen que hay que tener claro lo que se quiere contar e incluso hacer un esquema previo, planificar la novela, saber el final, etc. Ustedes se han cargado con este libro todas esas normas y sin embargo ha salido algo muy leíble, ¿crees que esto puede significar que estamos ante una nueva era de la creación literaria?

M.A.H.: Sin duda lo estamos. Las nuevas tecnologías han puesto en jaque a editores, escritores, libreros o distribuidores; el libro electrónico comienza seriamente a sustituir al papel por la tinta electrónica; la relación del escritor-lector se modifica con las redes sociales y ahora es frecuente que los lectores tengan nombre, cara e incluso puedan hacerles sugerencias a su autor preferido, o se puedan conocer escritores y lectores de lugares muy distantes entre sí, como nos ha ocurrido a nosotros. Por otro lado, es cada vez más usual el trabajo colaborativo entre escritores, arrancando al escritor tradicional de su hermético lugar de trabajo, para crear proyectos comunes y también interdisciplinares (con ilustradores, fotógrafos, músicos…). Estamos viviendo en una época de crisis e incertidumbre, pero también de cambios y nuevas oportunidades. En cuanto al manual del buen escritor, es cierto que no contábamos con un plan predeterminado, ni un esquema o estructura argumental, y ese era precisamente el reto, como si siguiéramos el consejo de Antonio Machado: “caminante no hay camino, se hace camino al andar”, pero es que además lo hacíamos a oscuras. De todas maneras, poco a poco, los siete autores nos fuimos conociendo e integrando de tal manera que cuando escribíamos lo hacíamos intentando interpretar y comprender la intención de nuestro antecesor, y luego intentabas ponerles las cosas fáciles al siguiente, para que, así, entre todos saliera la “jugada”. Por otro lado, contábamos en el blog de 7Plumas con unos instrumentos muy cómodos, que los “plumigos”, tanto autores como lectores, habían dejado a nuestro servicio y que nos resultaban muy útiles (resúmenes, personajes, lugares, datos de todo tipo sobre Escocia o los temas que se trataran en la novela…) para seguir la novela o poder escribirla.

Dinamiza-T: ¿Piensas que este libro ha sido posible gracias a la existencia de Internet? ¿Hubiera sido posible, hace, digamos, treinta años?

M.A.H.: Muchos dicen que todo está inventado, y posiblemente no les faltan razón, incluso en esta cuestión que me planteas. Cómo sabes, desde hace mucho tiempo, y estaríamos hablando del siglo XIX, ya se escribía la novela a escote, que podíamos decir que es el precedente de lo que hemos hecho nosotros, pero, al igual que en otras experiencias en Internet, se trataba de capítulos encadenados por distintos autores que no volvía a retomar la novela y sin la participación de los lectores, que en nuestro caso tenían una función determinante: dirigir al escritor, premiándolo o censurándolo cuando no colaboraba con el juego del equipo, por ejemplo, como si fuera una auténtica hinchada de fútbol. Evidentemente, por todo ello (trabajo colaborativo, publicación casi online, comentario de los lectores…) hace treinta años hubiésemos estado aún muy lejos de Edimburgo.

Dinamiza-T: ¿Tienen idea de repetir la experiencia? Y en ese caso ¿cambiarías algo del sistema de trabajo?

M.A.H.: Escribir una novela te lleva tiempo y si es a un ritmo constante puede resultarte, además, algo agobiante, como en este caso. Cuando la terminamos creo que todos experimentamos una sensación contradictoria o agridulce: por un lado sufrimos una crisis de postparto, ese vacío o “mono” del que hablábamos; pero, por otro lado, y por muy contentos que estuviésemos con nuestra criatura sietemesina, necesitábamos recuperarnos y darnos tiempo antes de llevar a cabo otro proyecto. Muchos lectores nos animan a seguir pero de momento no hemos encontrado la motivación necesaria. Hay que explicar que los siete nos conocemos y colaboramos desde hace tiempo en el blog de Francisco Concepción “La Esfera Cultural”, desde donde se edita la revista literaria del mismo nombre; también, próximamente se publicará una selección de relatos sobre el verano sin contar con la promoción de “Oscurece en Edimburgo” que el próximo 24 de septiembre se presentará en Zaragoza, dentro del II Encuentro de Narrativa “Sé breve”. O sea que por proyectos comunes no nos podemos quejar. Sin embargo, sabemos que esta experiencia la están aplicando muchos colectivos. Sin ir más lejos, en el Club de Lectura y Escritura del IES Joaquín Artiles alumnos, padres y profesores estamos escribiendo una relato entre todos y que se publica en el blog “El Lagarto escribidor”. Y es que este método de trabajo es la mejor manera para que el lector o el potencial escritor conozcan los entresijos de la creación literaria o, como diría Francisco Concepción, entrar en la cocina literaria. Por eso podemos decir que tiene un alto valor pedagógico y de recomendable uso. Respecto a cambiar el sistema de trabajo, siempre se puede mejorar, pero reconozco, a pesar de mi desconfianza inicial, que de esta manera el invento funciona. Al menos en este caso, podemos seguir el lema del liberalismo económico: “dejar hacer, dejar pasar”, es decir nada de normas.

Dinamiza-T: ¿Esta experiencia colectiva ha cambiado algo en tu manera de pensar o de escribir a la hora de hacer una obra exclusivamente tuya?

M.A.H.: La verdad es que no llevo mucho tiempo escribiendo, con lo cual como adolescente literario soy una esponja y tomo nota de todo lo que veo y me gusta. Admiro mucho la forma de escribir de mis compañeros, a pesar de los estilos tan diferentes, por eso no es de extrañar que sienta que he crecido con ellos a lo largo de estos meses de duro trabajo. Es una experiencia, como decía antes, muy recomendable para los que empiezan y no se atreven a cruzar solos o solas las extensas llanuras solitarias que representa escribir una novela. Hay dos aspectos o características que destacaría en esta novela: por un lado se vuelve intensa, cada autor en su turno quiere dar todo de sí, por lo que no encontramos capítulos verdaderamente de transición como en una novela al uso; por otra parte, la escritura, como sabes necesita, y ahí radica gran parte de su éxito, de una exhaustiva revisión, una y otra vez, como si estuviéramos puliendo una escultura. Creo que ese ejercicio de intensificar y de revisar y corregir me ha obligado a aprender a tener más disciplina y ser menos impetuoso.

Dinamiza-T: Creo que la obra en común que han hecho implica un gran respeto por el compañero, por lo que escribe el otro, ¿ha sido fácil? ¿Nunca te has enfadado o deseado dejar el proyecto?
M.A.H.: Sí, realmente la receta es muy sencilla, en la que los ingredientes básicos son: el respeto, aderezado con admiración, un poco de sentido de humor y ganas de pasarlo bien, hasta conseguir un ambiente agradable. Sin embargo, sí hubo un momento en que estuve a punto de dejar el proyecto. No recuerdo el número del capítulo, pero sé que trataba de Jack, cuando lo golpearon y apareció en el Donaldson College. En ese capítulo me quedé bloqueado, mi mente estaba totalmente en blanco y era incapaz de reaccionar, en ese momento me sentía frustrado e impotente y no vi más solución que la de renunciar, pero mis compañeros me animaron hasta que en un esfuerzo surgió algo con lo que pude salir de ese apuro.

Dinamiza-T: Veo que la novela fue editada por Uds. Mismos, eso significa que no hubo detrás una editorial de esas que le dan un gran empuje a las ventas con promociones, presentaciones y demás, ¿es muy difícil en esas condiciones poner un libro en el mercado?

M.A.H.: Ante mi sorpresa finalmente “Oscurece en Edimburgo” se publicó en papel como profetizaba Francisco Concepción, él mismo se encargó de maquetarla y editarla, el resultado creo que fue un buen producto. También se encargó con la ayuda de todos (la distribución de los autores por la geografía nacional ha sido una ventaja) de hacer la publicidad, entrevistas, presentaciones… Creo que si hubiésemos optado por una editorial local el resultado no hubiese sido el mismo: “una única presentación y búscate la vida” es casi el lema de estas pequeñas editoriales, cosa distinta sería una gran editorial, pero para eso es mejor esperar sentados.

Dinamiza-T: ¿Qué proyectos literarios tienes entre manos a título personal? ¿Piensas editar “Andamana, la reina mala”?

M.A.H.: Bueno, aunque me haría mucha ilusión la publicación de
“Andamana, la reina mala” no sé si tiene el nivel necesario para ello, por lo que de momento está en manos de algunos amigos escritores para que me comenten su parecer y luego ya será cuestión de ir tocando en la puertas de la editoriales a ver si alguno se apiada de la reina, aunque como es mala... A lo largo de todo este tiempo he ido escribiendo, que en mi caso es sinónimo de practicar y aprender, distintos tipos de textos, tanto narrativos como poéticos, experimentando en la novela, el relato o el microrrelato, que luego los publicaba en mi blog personal en la mayoría de los casos. Aún estoy escribiendo una novela corta “Tras la sonrisa” y poseo una colección de cuentos y relatos, además de otra de poesía. Ahora el tiempo dirá, pero lo que verdaderamente me interesa es seguir creciendo y disfrutando con esta pasión que es escribir y todo lo que le rodea.
Dinamiza-T: ¿Nos podrías contar como han sido tus comienzos como escritor?
M.A.H.: Aunque te agradezco que me catalogues de esa manera, he de confesarte que lo de escritor me queda grande. Es como llamarme historiador por ser Licenciado en Geografía e Historia, realmente no es lo mismo. En realidad llevo poquito tiempo. Sí es cierto que, como muchos adolescentes me enganché en mi juventud a la poesía en medio de aquel ambiente de la Transición, donde el espíritu rebelde, revolucionario y romántico, en sentido amplio, se mezclaba con las ideas del Existencialismo que aprendimos en el instituto. Luego la vida rutinaria y el escaso tiempo libre fue limitando la poesía a algo ocasional. Hace apenas tres años comencé a escribir, además algo nuevo para mí: narrativa. El porqué puede resultar decepcionante pero lo cierto es que empecé a escribir porque me lo ordenaron, mi mujer para ser más exactos. En esa época sí escribía en foros deportivos con la intención de animar a mi equipo de fútbol, ahora desaparecido. La verdad es que eran comentarios un poco “freakies” dado que mis conocimientos futbolísticos son tan profundos como mis conocimientos en física nuclear. Fue entonces cuando Luci me propuso que participara en un concurso de relatos para profesores y que dejara de perder el tiempo en boberías, así que me puse manos a la obra sin saber que tenía un problema: no tenía ni idea que extensión tenía un relato, así que sin proponérmelo surgió “Andamana , la reina mala”. Luego Internet hizo el resto, fui conociendo muchos lugares y personas muy interesantes en la red hasta que anidé en La Esfera Cultural y luego hice mi propio blog. En ese ambiente fue fácil crecer y producir mientras guardaba en un cajón a Andamana para sacarla ocasionalmente, ya consciente de que aquello era cualquier cosa menos un relato.

Dinamiza-T: ¿Nos podrías regalar una pequeña poesía para que la publiquemos en nuestra revista?

M.A.H.: Claro que sí, es un honor y un placer colaborar con Dinamíza-
T, que desde ahora se convierte en una lectura obligada para mí. Creo que “Haití” puede ser un poema oportuno para esta revista que pertenece a esta organización humanitaria tan prestigiosa como querida. La poesía tiene también una función social y de denuncia, aunque a veces solo sea un grito desesperado que se ahoga y se rinde, éste es el caso de Haití.

Haití
Lejos,
el pecho se desgarra,
y no queremos oír
el silencio ensordecedor de la miseria
cuando huele a muerte.
Entonces la ciudad se vuelve cenizas,
cementerio desordenado,
y sus flores se manchan de sangre
en el carnaval desolado
tras la resaca.
Con el luto hecho piel
empolvada,
enviuda Haití,
quedando huérfana para siempre,
mientras sus hijos mueren
bajo los escombros,
como si fueran semillas
de donde nacen otros muertos,
y sus gritos se oyen en la noche quieta,
y las manos buscan las bocas
para no gritar
y esconder las lágrimas
en el mar donde se hunde tu rabia,
donde se ahogaron tus sueños de libertad,
y ahora la tristeza
se extiende como un bálsamo, que adormece,
en sus aguas sin espuma,
donde la esperanza no crece,
sin tiempo para creer en ti,
pero vuelves…
y resurges
tras una sonrisa,
en la canción que cruza la mañana,
con los ojos húmedos y cerrados,
cuando el sol descubre entre tus brazos
la palidez del hijo muerto,
la despedida que se repite
para alimentar
las raíces profundas
que te sustentan.

7 comentarios:

Amando Carabias dijo...

Fantástica entrevista, Marcos. Magnífico trabajo de difusión. Esperemos que llegue lejos.

Flamenco Rojo dijo...

Ea, pues ya te conocemos algo más. Buen trabajo la entrevista.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Menuda entrevista, Marcos, muy completa e interesante. Digo como Amando, esperemos que tenga mucho eco.
Un abrazo.

Anabel dijo...

Estupenda entrevista. Eres todo un profesional, Marcos.

Besos,

Anabel

Isolda Wagner dijo...

Marcos, qué alegría saber de ti. Ojalá podamos leer pronto 'Andamala, la reina mala' Me ha encantado la entrevista y la labor de difusión de Oscurece.Todos sabemos lo bien que escribes. Ahí queda el poema solidario con Haití.
Besos al sur del sur.

catherine dijo...

Fantàstica entrevista, apasionante lo que cuentas de Oscurece.
En tus respuestas se adivina tu manera de escribir, tu estilo, tu ironia y tu modestia.

Marcos Alonso dijo...

Gracias a todos, plumigos (Amando, Flamenco, Mercedes, Anabel, Isolda y Catherine) por sus gentiles comentarios. También espero que la entrevista sirva al mejor conocimiento y difusión de nuestra novela. Creo que cualquiera de nosotros, que durante tanto tiempo hemos hablado de Oscurece en Edimburgo, diríamos más o menos lo mismo que he comentado yo. De hecho mis palabras no es otra cosa que la suma de toda la carga genética de todos los plumigos que durante meses hemos ido asimilando. Así que yo también tengo que felicitarlos a ustedes. Abrazos y besos.