28 may 2011

Crónica de Pesentación Oscurece en Edimburgo


Los que tuvimos la oportunidad (perdón, el privilegio) de asistir anoche a la presentación de Oscurece en Edimburgo en el Salón Principal de la Sede de CajaCanarias en Tenerife, disfrutamos de uno de esos momentos mágicos e inolvidables.

Enhorabuena a los plumigos como decía Marcos que le gustaba que los llamaran, arrancando de todos nosotros una sonrisa. Enhorabuena y gracias por el acto que prepararon y nos regalaron.

Con una presentación excelentemente bien llevada por Iván González (cada día crece más como presentador de libros) empezó el acto dando paso a la banda sonora. Sí, porque ya no solo Oscurece en Edimburgo es especial por ser un libro escrito a siete manos, sino que tiene también música, y con los acordes celtas del dúo de cámara formado por Mark Peters y Martina Warecka, comenzó nuestro viaje por Edimburgo.

Una invitada de excepción fue
la escritora canaria Elsa López. Un lujo. Nos emocionó a todos con su relato sobre la experiencia que supuso para ella leer Oscurece en Edimburgo. No hizo falta que al final se cruzara conmigo a la salida del acto y me dijera “Oscurece en Edimburgo me ha gustado mucho. Si no hubiera sido así no lo hubiera dicho”. No hizo falta porque la emoción de sus palabras así lo dejaron claro en su intervención. Especialmente valiosa fue su aportación cuando manifestó que leyó Oscurece en Edimburgo sin leer quién había escrito cada capítulo y que fue capaz de sentir como al final parecía como si un solo autor habiera escrito el libro. Al final las siete notas formaron un solo acorde. Un acorde lleno de armonía. Tal como dijo Francisco en su intervención “el escritor perfecto”, mezcla de ironía, imaginación para crear personajes, habilidad descriptiva, riqueza verbal, síntesis, capacidad para recrear con maestría el erotismo,...
Lo mejor de cada una de las 7 plumas: Amando, Anabel, Francisco, Ana, Marcos, Inma y Dácil
La noche alcanzó su clímax cuando se unió a la fiesta, después de cruzar todos nosotros los dedos y gracias a los milagros de la tecnología, Anabel Consejo desde Lleida. Los que estuvimos presentes no pudimos reprimir nuestras ganas de acompañar con aplausos sus primeras palabras. El "más imposible" de que Anabel haya estado presente con los otros cinco plumigos Canarios, lo interpreto como un guiño hacia el mismo espíritu que ha hecho posible Oscurece en Edimburgo. Un espíritu que nos enseña que no hay metas imposibles o inalcanzables. Solo hay que creer, ser honesto y trabajar para hacer que los sueños se hagan realidad.

Sigue emocionándome esta historia de 7 Plumas.

Sólo falló una cosa. Yo.  Esta vez no me acompañó mi cámara. Algo imperdonable. Pero espero, aunque sean de poca calidad, recolectar alguna foto del móvil para podérosla mostrar.

Crónica: Miguel Ángel

6 comentarios:

catherine dijo...

Do, re, mi, fa, sol, la, si. ¡Ole y ole!
No quiero repetir lo escrito en otra parte donde acabo de leer que la fiesta fue excepcional. Sólo alegrarme con vosotros.

Amando Carabias dijo...

Otro cabezazo de resignación. Aquí estoy para daros (darme) la enhorabuena por lo exitoso del momento. Continuará, continuará.

Anónimo dijo...

Ya sabéis cuanto me alegra que estéis disfrutando esta presentación en sociedad de "Oscurece en Edimburgo", así que, después de este éxito en Tenerife, ¡a por el siguiente!
Siete abrazos.

Ana J. dijo...

Miguel Ángel, vuelvo a leer tu magnífica crónica y todas las sensaciones de esa noche regresan.
Muchísimas gracias, eres un reportero genial.
Un montón de besos para todos.

Anabel dijo...

Gracias, Miguel Ángel. Otro enviado especial que nos deleita y regala con sus crónicas.

Besos pa ti,

Anabel

Marcos Alonso dijo...

Inmejorable crónica, Miguel Ángel. He de decir que este señor, porque es todo un señor, junto a Ángeles Jiménez, no han podido tener otro nombre más adecuado, realmente son unos seres extraordinarios, provisto de una sonrisa que irradia un calor especial. No tengo dudas de que ambos han sido enviados por los cielos, como su nombre indica, para guardarnos.

Un abrazo a ambos.