5 jun 2010

Dos novelas a la vez



Estoy empezando dos novelas a la vez. La verdad es que es una tarea titánica, agotadora y, al mismo tiempo, apasionante.

Una la escribo día a día, rechazando los planes a largo plazo; planteándome el hoy y, en todo caso, el menú de mañana; disfrutando mis momentos, sólo míos, y los momentos al lado de quien quiero; abandonando lo innecesario; siendo consciente de cada segundo; percatándome de que aprendo a cada instante; devolviendo el cariño que me dan; invirtiendo horas en lo que realmente me satisface; saboreando las colorías de más que tan bien me sientan. Busco orden en un caos perfecto. Inspiración en vivir. Sentirme viva.

La otra la escribo a diez dedos, apoyada en dos ojos que leen con mucha atención y a través de un corazón que late más deprisa cuando sabe su turno cerca. Y es que intuyo que mi pluma crece y se hace más hermosa si la comparto con otras seis plumas, y muchos colaboradores, que vuelcan en esta novela tanta ilusión, ganas y afecto como yo. Aún no sabemos cómo se va a titular, pero eso no es importante. Lo importante, ya lo dijo el poeta, es caminar. ¿Qué más da a dónde lleguemos si la aventura ha sido crear la senda juntos?

Y esta senda se entrecruza y forma parte de mi caminar.

12 comentarios:

Luis dijo...

La primera novela, ¿la escribes en el viento? ¿Usas tu mirada como pincel y tus momentos como argumentos? ¿Sus páginas quedan escritas en el ayer, ilegibles y eternas?

Anabel dijo...

Todos escribimos una novela; cada uno la escribe de una manera diferente y utiliza sus propios medios.

Tal y cómo tú lo dices suena muy bien.

Saludos,

Aanbel, la Cuentista

Amando Carabias dijo...

Sin duda la más importante es la primera, en esa que te vuelcas cada día, cada instante.
No se suelen dar cuenta, y por eso son más creíbles, pero cada vida es una novela. Una novela más o menos aburrida, más o menos retorcida, pero a poco que se haya vivido surgen en el recuerdo tramas, sucesos, anécdotas, experiencias...
La que compartimos, se nutre de la otra, y saber que tu parte es la desembocadura de esa intensidad vital nos da la seguridad de que por ese lado del heptágono todo será sólido y habrá fugas...
Muchas gracias por compartir.

Isolda Wagner dijo...

Precioso texto, Anabel. Me quedo con el final. Has descrito muy gráficamente tu manera de escribir las dos novelas, pero lo que cuenta, como bien dices, es sentirse vivo y recorrer el camino con los que tu elijas.
Un beso.

Saiko dijo...

¡Dos novelas a la vez! Madre mía. Intenté yo comenzar una y ahí la tengo, bastante aparcada (pero claro, a mí me falta experiencia, que yo sólo tengo 19 años...).

Pero bueno, lo importante en esto es sentir las ganas y las fuerzas para hacerlo. Y por lo que me haces sentir, veo que llevas mucho ímpetu en ambos proyectos.

Te deseo mucha suerte en ambas novelas... Y espero poder leer algo de una de ellas pronto.

FranCo dijo...

Cunata razón tienes en escribir la primera novela rechazando los planes a largo plazo.

Existen personas que almorzando, planean y planifican la cena. Sin disfrutar de ese momento

Amando Carabias dijo...

Es verdad lo que dices, FranCo, conozco a más de dos y más de cuatro que viven de esa manera. Tan pendientes siempre del futuro, que es como si el presente les estorbara, cuando el presente es lo único que existe, ¿no?

Flamenco Rojo dijo...

Para los que tenemos ya cierta edad y peinamos algunas canas, escribir una novela por primera vez se hace complicado, pero os aseguro que con la lectura diaria de blogs como los de ustedes, donde capturo tantos pensamientos vagabundos, al menos me atrevería con un pequeño ensayo literario humanístico.

Un abrazo.

Anabel dijo...

Me sentía en duda con todos, últimamente comparto poco. Así que pensé en que ya era hora de explicaros, de forma concisa, lo que pasa por mi mente.

Sí, la novela más importante es la primera, sin duda, pero sin la segunda, la primera no sería igual.

Que sepáis que la senda que estamos abriendo me gusta mucho.

Gracias a todos.

Anabel, la Cuentista

Ana J. dijo...

Me maravilla la forma en que puedes expresar y compartir vivencias tan íntimas.
Esas dos novelas tan imbricadas la una en la otra... somos afortunados por estar implicados y poder escribir, en el más amplio sentido de la palabra, esta segunda novela. Ninguno de nosotros dejaremos de sentir su influencia en nuestras vidas, en nuestras novelas. Puedes estar bien segura.
Un abrazo grande

Dácil Martín dijo...

Me has emocionado Anabel, y al mismo tiempo me das envidia sana. Tengo que confesar que gracias a esta segunda novela, la que estás escribiendo a la par con la otra, en mi caso, me ha despertado la esperanza, la ilusión, de que tal vez pueda realizar el sueño de escribir la mía, la que lleva rondando en mi cabeza hace algún tiempo.
Por eso, cuando cuentas que el escribir tu novela se hace presente, atrapo este momento tuyo y lo tomo de referencia para que no se nos olvide.

Anónimo dijo...

Very good journey and experience!