11 may 2010

Capítulo 4



Hoy era viernes y Sophie no tomaba el autobús con destino a casa. Su ruta cambiaba. Los viernes era el día de su transformación, el único día y solo por unas horas que dejaba de ser una chica introvertida e insegura para convertirse en la mujer más deseada de la ciudad, inaccesible y criticada.  Todo se había precipitado desde la tarde que bajó la guardia permitiendo que se acercara a su mesa en la taberna, Carlos Escobedo, un trotamundos español afincado desde hacía algunos años en Edimburgo. Tal circunstancia, aparentemente intrascendente, había desencadenado en poco más de un año un fenómeno social en la ciudad. Sophie se había convertido en un personaje popular anónimo y desconocido que solo tenía voz. El tal Escobedo dotado de un encato persuasivo inusual, la engatusó para presentar en solitario, como no podía ser de otra forma, un programa de radio llamado “La Dama de la Callejuela” en Radio Britannia F.M., una pequeña emisora local de su propiedad. Cada viernes tras las anotaciones en su cuaderno, ordenar los recortes de prensa y una considerable ingesta de pintas en la taberna El Viejo Diván, Sophie llegaba en autobús hasta la emisora situada en una vieja buhardilla de la peatonal y adoquinada calle Victoria. Desde ese tejado la radio emitía de manera un poco arcaica para toda la ciudad y la periferia. Desde allí se disponía de una espléndida vista de tejados casi siempre a dos aguas y de una panorámica a las tenues luces nocturnas de Edimburgo. 

Invariablemente cada viernes, Sophie llegaba con el tiempo justo y en apariencia sin preparar el programa, que por obra del espíritu divino transcurría por los senderos de la improvisación. Lo primero que hacía al entrar y sentarse frente al micrófono, era desnudarse por completo y servirse un whisky de malta del arsenal de bebidas que existía en la emisora. Se diría que pretendía desvestirse de la persona que era y mostrar verdaderamente quien estaba dentro de su aparente autismo. Y cuando el piloto rojo de la cabina le indicaba que estaba en el aire, inspiraba, cerraba los ojos y se presentaba:

- ¡Buenas noches, Edimburgo! Me voy a desfogar de tensiones, para entregarme a todos ustedes como siempre. ¡Arranca la vida en la ciudad como cada viernes en Radio Britannia F.M.! ¡Empieza… La Dama de la Callejuela!

Y en ese momento llevaba sus dedos a su sexo y en directo se masturbaba teatralizando en menos de un minuto todo su placer a través del micrófono. Edimburgo que estaba a la espera desde hacía horas, se encendía.

Tras un silencio, al que tenía ya acostumbrado a su audiencia, se recomponía en pulso y respiración, abriéndose las líneas de teléfono. Sophie dominaba el medio como nadie. Hasta entonces en la radio nadie había podido realizar un programa con tantos silencios. Ella era en su espacio radiofónico y para la ciudad “La Dama”.

La Dama de la Callejuela era un programa de historias personales, sobre la vida y miserias de los oyentes, en busca de respuesta y cuya solución inmediata o caos definitivo, llegaba a través de otra llamada o por medio de La Dama. Sophie era una “dama” dominante, que no reparaba en atacar psicológicamente a cualquier oyente que mostrara grosería o que se saliera de la línea del programa, mandando cortar la llamada sin inmutarse con clase aristocrática, no sin antes advertirle que acabaría en la “callejuela de la tiniebla”. Desnuda ante el micrófono y desde lo alto en aquella destartalada buhardilla, llevaba firme pero evocadoramente el timón del programa, aderezándolo con improvisaciones poéticas, pensamientos enrevesados que zarandeaban a su audiencia y conversaciones afines e interiores con cada oyente.  Desnuda y sin atadura, entendía que era la única forma que tenía de sociabilizarse, sin desconocer que era artificiosamente, pero le permitía compartir algo con otros seres y llevar por vez primera un timón en sus pocos o muchos años de existencia.

El fenómeno era fuente de debate y estudio en algunos periódicos nacionales y en Internet, pero nadie sabía quién se escondía tras el seudónimo de La Dama. Nadie conocía a aquella mujer que se arrancaba sin venir a cuento en medio de la conversación con un oyente con una bulería andaluza o un murmullo de campo en forma de blues. 

51 comentarios:

Norma dijo...

Acabo de leer el capítulo... Sophie habla en un programa de radio y yo me he quedado muda. En Buenos Aires es de madrugada, durante el día volveré a leer el texto para enviar el comentario. Mis saludos al autor, que sospecho, debe estar sonriendo.

Amando Carabias dijo...

Creo que tu sonrisa, FranCo, como dice Norma, va a durar unos cuántos días. A esto se le llama un cambio total de registro.
Sophie se está convirtiendo en voz y silencios. Los viernes ayudada por el alcohol se deshinibe de tal modo que llega protagonizar una escena erótica en una emisión de radio. Gracias a la cerveza y al whisky no sólo enarbola su voz como un escudo, sino que la usa como un misil.
Supongo que Britannia FM tendrá muy buenos resultados en las audiencias y la publicidad habbrá crecido en el último año, hasta Carlos Escobedo sacará rentabilidad al asunto.
Pero volviendo a Sophie, sabemos algo más muy importante: detrás, escondida, oculta, es capaz de dominar, de tomar iniciativas. Ha remitido un mail, y lleva un progrma de radio que controla como si fuera una consulta privada.

Paloma Corrales dijo...

La válvula de escape "creada" para Sophie por FranCo, no podía ser mejor; felicidades.

No me parece que sea un cambio de registro, simplemente hace que la novela crezca, pues su protagonista (hasta ahora) me parece que tiene mucho que aportar.

Me voy encantada de como se va dibujando esta historia de 7 plumas.

Un abrazo a todos.

Amando Carabias dijo...

Creo que me equivoqué al hablar de cambio de registro, más bien es cambio de rumbo, apertura de posibilidades.
Sí tienes razón.
Un beso, y gracias por la puntualizacion.

Inma Vinuesa dijo...

FranCo, sinceramente he tenido que leer tu capítulo varias veces para imaginarme a la actual Sophie, la primera vez me dije, este hombre se ha vuelto loco, la segunda vez descubrí facetas que me empezaron a gustar y que no había captado con la primera lectura, la tercera empecé a comprender que el giro que le estabas dando nos puede dar muchos más caminos para la continuación, y la cuarta hasta me está gustando ese punto de desenfreno y pasión, la hace mucho más divertida.
No sé si darte la enhorabuena o un tirón de orejas por habernos metido en esta locura.

Maria Sangüesa dijo...

Vaya con Sophie, acentuar su cojera debe de darle un sugerente movimiento de cadera... lo de mojar a los clientes del pub es apenitas una mínima provocación de lo que es capaz de hacer frente al micrófono... va a tener que cantar a pleno pulmón cuando regrese los viernes por la noche a su casa por aquella misteriosa y solitaria calle... las provocaciones pueden tener consecuencias... veamos...

Mercedes Pinto dijo...

¡Vaya con sophie! Como dicen en mi tierra, "ma quedao muerta". Esta mujer es, además de un misterio, una caja de sorpresas. No sé lo que aún nos deparará nuestra protagonista, pero lo que tengo claro es que es una provocadora y que en ella viven al menos dos mujeres: Sophie, la que trabaja de lunes a jueves y cruza la misma calle cada día ante el mismo fantasma, y que parece tener un carácter algo hosco; y la Dama, nada que ver con la anterior, desinhibida y provocadora.
Seguiremos enlazando plumas.

Flamenco Rojo dijo...

Sería capaz de dar a cambio mi primogenitura por escuchar a Sophie cantar unas bulerías andaluza.

FranCo dijo...

Gracias a todos por sus comentarios. Son bienvenidos.

Disculparme ante Inma por lo realizado con su criatura, pero me seducen los personajes bipolares y en este caso era el tutor de Sophie y la reconvertí. Sé perfectamente que no es el personaje que tenías en la cabeza Inma, pero imagino que tampoco el de ninguno.

No podemos olvidar que Sophie sigue y posiblemente seguirá siendo esa chica/mujer retraída e insociable, pero que buscaba y encontró una válvula en el anonimato para compensarlo. Cuando salga del estudio será la misma chica, seguro.

Armando no veo la acción de Sophie como una escena erótica. Las escenas son visuales y lo que hace la protagonista es una vuelta de tuerca. Tampoco especifica si es una provocación o una necesidad. Tenemos que averiguarlo. Sophie no es una profesional de la radio y ello le ha llevado a abrir nuevos caminos, tampoco creo que cobre por realizar el programa. También puede resultar que está manipulada por Carlos Escobedo. Pero yo la veo con autonomía para todo.

Inma habla de pasión. Tendremos que buscar que le apasiona, pero no la veo muy apasionada. He intentado abrir todas las ventanas y puertas del relato para ventilar y su despegue:

¿Una relación tormentosa y distante con Carlos Escobedo? ¿Tendrá con los oyentes algún encuentro? ¿Que pasará en los medios? ¿Como encausarán el fenómeno? ¿Seguirá manteniendo su anonimato? ¿Su vida profesional en la radio despegará? ¿En la Taberna El Viejo Diván las cosas seguirán igual? ¿Existe relación del programa con la callejuela? ¿De los recortes de prensa con su nueva situación? ¿Por qué amenaza a los oyentes que se exceden con la callejuela?

Siento haber malcriado a la niña. Ahora que Ana J. la reeduque.

FranCo dijo...

Flamenco Rojo, es la primera vez, tras tu comentario, que interpreto la primogenitura como un valor de cambio.

Hoy soy más rico de lo que era.

Amando Carabias dijo...

Algo por el estilo he imaginado. No sé cómo llegará a mí el próximo turno, pero ahora mismo ya habría contestado por escrito a alguna de tus preguntas.
Se ha abierto definitivamente el asunto, y faltan muchas más aportaciones. Creo que la principal aportación ha sido la de quitarnos la timidez. Veremos si somos capaces. Creo que sí.
De todos modos no me negarás que ese minuto de escenificación no es un momento erótico, al menos desde los oídos de los radioescuchas. Quizá también haya mucho de morbo.
Quizá sea algo, como dices, que necesita para poder atacar un programa y más de este tipo, pero algo hay de erotismo en una mujer que hace un programa de radio desnuda. Es algo que si no se dice no se ve, salvo quien o quienes estén con ella en el estudio, pero lo has escrito, y los lectores ya lo sabemos.

Es curioso tanto Mercedes como María Sangüesa empezáis del mismo modo, Vaya con Sophie. O sea que la sorpresa nos ha dejado a todos un poco descolocados. Pasan las horas y lo vamos asimilando.
Ahora, como dice Flamenco, imaginarse a Sophie cantando una bulería no se me hace nada fácil, salvo que Carlos Escobedo haya descubierto tantas cosas de ella y él sea buen amante del cante.

FranCo dijo...

Amando, nadie excepto el realizador del programa sabe que realiza el programa desnuda. La radio tiene esas cosas. Que se lo pregunten a Ana J. y a Dácil como hacen ellas radio.

No debemos olvidar que Radio Britannia F.M. es una emisora pequeña y casi clandestina. En principio parece (o solo está en mi cabeza) que solo trabaja el tal Carlos Gamoral. Y este trotamundo ha descubierto en ella un filón. Su rodaje, experiencia y "caradura" le ha servido para poder penetrar en el mundo de Sophie

catherine dijo...

La primera vez que empecé a leer pensé en una nueva Susan Boyle, pero con encontrar a un trotamundos español (¡ojo! con los Españoles y su duende) que le engatusa Sophie se vuelve Dama dominante y habladora. No tan habladora porque deja a veces los oyentes contestarse unos a otros, dice poemas o hace comentarios enrevesados, y sobre todo se permite silencios algo muy difícilmente aceptado, leí teorías larguísimas sobre el sentido del silencio en las emisiones o su desaparición. Imponer sus silencios es otra manera de llevar el timón.
El encantador Carlos sabrá algo de la callejuela para que el programma se llame así y también con la amenaza de Sophie, la callejuela de la tiniebla.
Entonces ¿qué hace Sophie el resto de finde?
No me acuerdo si fuiste tú, FranCo que decía que Sophie te hacía pensar en la heroína de Millenium. Si es así me sorprende menos tu capítulo. De toda manera es inesperado y muy divertido. Me reío contigo y te mando mis felicitaciones y un abrazo.

Ana J. dijo...

¿Cómo puedes asociarnos, a Dácil y a mí, con esa libertina de Sophie?
Ni ella ni yo vamos nunca desnudas. No del todo: Dácil siempre lleva un collar y yo no me desprendo de mi pamela!
Consideraciones radiofónicas aparte, ¡cómo me ha gustado!
Bueno, lo de las bulerías, no. Por muy rara que sea la chica, una escocesa no canta bulerías. Si fuera japonesa, vale, pero escocesa no, no y no. Incluso aunque esté bebiendo los vientos por Carlos Escobedo y quiera ganárselo por lo folklórico.
Me gusta mucho esa doble vida. El único problema es que ya no podré meterla a monja budista... ¿o sí?
Tengo que releer el capítulo y volver a releerlo.
Y los anteriores.
Se abren muchísimas posibilidades y ahora mismo estoy con el pecho oprimido por la excitación de lo que me viene encima.
También tengo que releer los comentarios que habéis hecho todos. Hay oro puro en ellos!
Un abrazo a todos y disculpad que me retire: ponen en radiodifusión el último programa de La Dama del callejón y voy a sintonizarlo: me tiene enganchada.

Anabel dijo...

Sí señor, esto es dar un giro inesperado. Por un lado creo que está bien, sorprende y aporta un nuevo punto de vista sobre Sophie, un punto muy aprovechable. Esta chica nos está saliendo de lo más enigmática, llena de recovecos donde bucear. Por otro pienso que has dejado el tema en un punto muy difícil para el siguiente: ¿será capaz de superar o estar a la altura de la nueva situación o se dedicará a analizarla dándole una explicación?

Mi opinión personal es que no creo que sea conveniente entrar en una rueda en la que, por mantener la sorpresa, nos vayamos superando en historias cada vez más inesperadas. ¿O sí?

En fin, la decisión está en manos de... Ana.

Saludos,

Anabel, la Cuentista

Verónica O.M. dijo...

Un giro inesperado esta mujer, es una caja de sorpresas. Intento imaginármela en su programa desnuda y masturbándose con micro abierto, pienso que es provocación;
cuando una persona provoca en su vida no lo ha tenido fácil y eso es como un desquite.
¡Ole por Sophie! se pone el mundo por montera.
Esperemos a ver como se va desarrollando la historia; ya que parece que nada podemos suponer.
Un abrazooo

Isolda Wagner dijo...

A eso le llamo yo inventar! Sorpresa? pues sí, no lo voy a negar. Me resulta rebuscado el hecho de que Sophie se convierta en Belle de jour, de nuit en este caso, no tanto por el morbo que supone tener a los radioyentes a la espera de su emisión, sino por la idea que tenemos en mente de Sophie, solitaria y asustada.
No sé si creerte Flamenco, creo que más de uno vendería la primogenitura por estar en la pecera. Pero si tu lo dices...
No seré yo quien juzgue, puesto que he pedido imaginación y libertad para las siguientes plumas; esto es un disparate a 7 y así lo tomo y nos reímos hoy. Quién sabe qué pasará en el próximo!
7 besos.

Marcos Alonso dijo...

Leo varias veces el capítulo de FranCo y, luego, los numerosos comentarios de todos nuestros amigos y amigas. No puedo creerlo, aunque confieso que lo sospechaba,¡FranCo nos ha malcriado (como ya decían aquí) a Sophie!, al menos no la ha violado, como amenazaba hacerlo. Pero ¿quién tiene la culpa?, ¿no querían un giro sorprendente?, y es que esas cosas no se le pueden pedir a FranCo, a no ser que no loconozcan.
Ahora cierro los ojos y no veo a esa tímida y dulce joven con su voz llena de tomillo de las montañas. ¡No! ahora veo a una Dama de la Callejuela, junto a Dácil con su collar y a Ana con su pamela. ¿Pero FranCo qué nos has hecho! ¿o eres Carlos Escobedo?.

Seamos sinceros, nos encanta esta muchacha, casi colgada sobre los tejados en las noches invernales de Edimburgo, jadeante, mientras recita poesía y nosotros contenemos la respiración entre silencios susurrantes, que me recuerdan a los mejores tiempos del Loco de la colina.

Enhorabuena FranCO,aunque no sé si llamarte la atención por poner el listón cada vez más alto.

Pido disculpas por no participar activamente, ahora estaré algo liado las dos próximas semanas, pero prometo esmerarme más.

A Flamenco, Norma, María, Isolda, Paloma, Catherinne,Verónica,...a Mercedes (a quién vuelvo a felicitar por su último scaife) decirles que es un placer leer sus comentarios tan enriquecedores.

A los camaradas plumíferos o esféricos, igualmente agradecerles el estar ahí: Al incansable Amando; Inma y su sorprendente producción literaria (leo tus artículos aunque aún no me haya dado tiempo de comentarlos); Dácil (he vuelto a escucharlos en la radio); FranCO (felicitarte, también, por como estás dejando este blog); Ana J. (muchos ánimos en tu estreno ¿Nos traerás al detective Marcos Heredia?, muy bueno por cierto), y finalmente saludar emotivamente a nuestra amiga y compañera Anabel a la que le mando un bombón exageradamente dulce.

catherine dijo...

Yo que siempre temo meter la pata con mi malo español no me atrevía a llamaros plumíferos ni plumeros, para mí erais los 7 plumistas, palabra que por suerte no existe. Ya que tenemos a un escribidor en Pavesas, cuando Marcos dice que sois plumíferos no me sorprende.
Necesito una palabra para el grupo entero aunque empezca a distinguir la personalidad de cada uno.

catherine dijo...

¡Ya véis!"empezcca", acabo de inventarlo.

Isolda Wagner dijo...

Hola Catherine, me hacen gracia tus disquisiciones sobre las plumas. No me extraña, tu español es estupendo, somos los demás los que te mal enseñamos. A mí 7 plumas me parece perfecto, pero también sietebics, así tal cual, seguido, los escribidores, etc. Creo que tal como están las cosas, no les importaría algo como siete locos.
Un beso fuerte

catherine dijo...

Isolda gracias por el beso fuerte . Aquí van ocho, uno para ti y 7 para los sietebolis.

Dácil Martín dijo...

Esta mañana lo primero que quise alcanzar a leer, irremediablemente, fue este esperado capítulo IV. Desde que ha empezado la novela ir atando cabos con los acontecimientos que van sucediendo sobre Sophie, es una constante. No hay parada de semáforos en rojo en el que no surja espontáneamente la imagen de Sophie: cojeando por las calles de Edimburgo, cantando a lo Joan Baez, en su continua alerta. Y ahora, tras la nueva visión de Francisco, desahogando sensaciones que ni ella misma, si no fuera por la posibilidades que da la radio como medio de comunicación, tal vez no se hubiese atrevido a experimentar nunca. Que Sophie haya descubierto la radio, le ha posibilitado ofrecer a la gente parte de su intimidad tan oscamente custodiada.
Francisco, me ha gustado mucho, enhorabuena.

Amando Carabias dijo...

Como bien sabéis en la Península es una hora más tarde que la marca el final del comentario. Lo digo porque se me han hecho las tantas atendiendo a otros amigos en otro rincón.
Os he leído a todos y me pasa como dicen Anabel y Ana J, es una maravilla poder acceder a vuestras opiniones, continúamos profundizando en las posibilidades que nos ha ofrecido FranCo para desarrollar a Sophie.
Por suerte a mí aún me faltan seis capítulos...

FranCCø dijo...

catherine tu español es perfecto. Nos agrada a todos.

Norma dijo...

Ahora si va el comentario. El texto comienza diciendo: “Hoy era viernes y Sophie no tomaba…”; creo que habría que revisarlo, hoy es presente y era, un pretérito imperfecto. En la oración siguiente hay un “solo” que es de solamente y va con acento.
Me resultó interesante lo siguiente: “Se diría que pretendía desvestirse de la persona que era y mostrar verdaderamente quien estaba dentro de su aparente autismo”. Creo que es un poco la bisagra que nos abre el camino a nuevos aspectos en la personalidad de Sophie y le da cierta coherencia con los capítulos anteriores. De todos modos, algunas cosas me hacen un poco de “ruido”, como el hecho de que en la radio lleva poco más de un año; llega con el tiempo justo y aparentemente sin preparar el programa que es improvisado, luego en unos párrafos más adelante dice que ella domina el medio como nadie. No sé, no me cierra bien.
En el párrafo que comienza:”Invariablemente cada viernes…”, hasta el siguiente punto, hay tres palabras largas que terminan en mente y que tal vez se podrían cambiar.
Nota aparte: estuve pensando si el desafío y el juego que implica escribir entre siete personas, puede llevar a que el foco de atención oscile entre desafiar a la historia que se está contando y/o desafiar a las otras Plumas, más allá del objetivo que es la novela. Pero, bueno… son cosas que se me ocurren ya de madrugada, y porque la Sophie medio autista ya me estaba gustando.
Saludos a todos y en especial al autor del capítulo.

Amando Carabias dijo...

Interesantísmas cuestiones las que planteas Norma.
Ese sólo al que te refieres, según la normativa de la Real Academia, ya no es necesario que se acentúe. Es más, y según mis informaciones (que pueden ser incompletas o insuficientes, no lo sé), se prefiere la no acentuación.
El arranque del capítulo entre ese presente inmediatísimo que marca el hoy, y lo que sigue, ese pretérito indefinido, puede sonar un poco extraño, pero es un recurso literario.
Respecto de las otras cuestiones de estilo que apuntas, creo que la ventaja de este formato es la posibilidad de revisar y corregir algo, que el autor estimará o no.
Estoy de acuerdo que la frase que transcribes es el pivote sobre el que puede asentarse el conocimiento de la personalidad de Sophie que, hasta el momento, es el personje sobre el que avanza el relato.
Respecto de lo último que apuntas, al menos por mi parte y ya que formo parte del grupo, diré que no se me ha pasado por la cabeza un desafío a los otros compañeros, sino más bien una suma de esfuerzos, y un enriquecimiento con las aportaciones individualizadas y bien diferenciadas.
Es decir, y dicho de otro modo, se trata de colaborar para que la criatura crezca sana y robusta.

Flamenco Rojo dijo...

FranCo, cambio mi anterior comentario…Cuentan las historias bíblicas que el patriarca Jacob compró la primogenitura de su hermano Esaú por un plato de lentejas…Pues yo estaría dispuesto a cambiar mi primogenitura por “ver” (como dice Isolda) por un agujerito de la pecera a Sophie cantar una bulerías como las que canta Estrella Morente en el video que os dejo:

http://www.youtube.com/watch?v=iWG3fM8qhvo&feature=related

Feliz día tengan vuestras mercedes.

Amando Carabias dijo...

Desde este agujerito asistimos a estas bulerías de Estrella Morente.

FranCo dijo...

Amando, ¿como pones enlaces en los comentarios y negrita?

Amando Carabias dijo...

Franco, te he enviado la explicación por mail, pues de lo contrario no verías nada, como comprobarás, y además sería un rollo de explicar.
leamos

FranCo dijo...

Norma, tienes razón en tus apreciaciones. Como autor del capítulo te diré que no soy un escritor encorsetado por las normas académicas. Empleo cualquier recurso literario siempre que lo necesito y no antepongo una norma ortográfica ni de ningún otro tipo cuando se trata de transmitir sensaciones, emociones y si puedo olores… Si tengo que inventar un adjetivo, lo hago. Si tengo que alargar una frase más de lo habitual para ralentizar una acción, suplir comas, utilizar frases cortas… todo en pro de transmitir lo que quiero literariamente. Otra cosa bien distinta es que lo consiga.

Es cierto que se tienen que cuidar las formas y que los textos no te han “chirrear” los oídos y pienso que si un escritor comente errores es por dos motivos: uno por despiste y otro por desconocimiento. Particularmente me pasan las dos cosas.

Pero es de agradecer este tipo de comentarios, pues he descubierto que una de las ventajas que tiene la novela digital es su posibilidad de corrección. Cosa impensable en formato papel hasta la siguiente edición. Esta posibilidad que nos ofrecen los lectores, nos llevará a una novela impresa con menos errores gramaticales. Pero seguro que aún así existirán.

Amando Carabias dijo...

Efectivamente el autor tiene el poder hasta de inventarse el lenguaje. No citaremos aquí a alguno para que no se nos malinterprete.
Pero si eso es así, no es menos cierto que si una palabra tiene un error, tiene un error.
Por eso son tan necesarias las miradas de los lectores, porque nos ayudarán a mejorar, también en eso.

FranCo dijo...

Norma, a esto es a lo que constatemente nos referimos, a la influencia de los lectores en la obra. Siguiendo tu sugerencia he suprimido dos de las palabras que terminaban en mente. Existía un grave error.

Esta es la verdadera ventaja de la novela digital. Hemos realizado la corrección, sin sufrir una catástrofe. Y le he dejado el camino a Ana J. igual para que encause o siga "malcriando" a Sophie.

He de apuntar que Sophie me ha dejado exhausto. Es una chica que necesita mucha energía y que ahora tendré algunas semanas para recuperarme y disfrutar con las lectura de las próximas plumas.

Creo que abordaré el personaje de Carlos Escobedo. Me atrae como un imán. Pienso que saltarán chispas entre Sophie y él.

Ana J. dijo...

Muy interesantes los comentarios. El tema de la corrección ortográfica es peliagudo. Por una parte, adoro la ortodoxia más pura del lenguaje, por otra, creo que hay que innovar y desmelenarse alguna vez que otra.
El tema de las puntuaciones y, sobre todo, los acentos, nos trae a jaque. Si lo encuentro, colgaré una revisión que ha hecho un amigo muy interesado en el tema, que se lee bien y tiene ejemplos que ayudan a distinguir como se pone qué y cuándo.
No sé qué voy a hacer con esta díscola Sophie, FranCo. Me retiro a mis aposentos para meditar.

Amando Carabias dijo...

En el blog "De libro en libro", donde también se ha hecho referencia a este proyecto aquí se puede leer se ha hecho un cometario que me parece interesante respecto de algo que has comentado FranCo.
Loquemeahorro ha escrito:
"Ayer mismo oí en El Ojo Crítico que Jack Kerouac y William S. Burroughs escribieron una novela entre los dos, como había dos protagonistas, cada uno escribía la parte de un personaje." .
Esto lo pongo aquí, espero que loquemeahorro no me odie por ello, ya que se venía hablando de lo complicado que puede ser armonizar nuestros estilos.
Tú hablas de la posibilidad de centrarte en Carlos Escobedo... A mí tal y como está enfocada la historia no me apetece mucho, pero puede ser una opción, qué os parece.

FranCCø dijo...

Amando, pienso que la fórmula de escribir una novela en la que cada autor asume un personaje, es muy intersante y sumamente más sencilla que la nuestra.

Con ello, cada autor se puede meter en la piel del protagonista que tiene asignado y hacerlo crecer hasta ser su propia extensión. Los diálogos pueden ser muy interesantes y creíbles, pues tendrás siempre una respuesta que no esperabas.

Amando Carabias dijo...

Como una partida de ajedrez o un juego de rol.
Pero tienes razón, nuestra propuesta es más arriesgada aún, más atractiva, entre todos descubriremos a la verdadera Sophie, al auténtico Carlos, ¿Descubriremos a la sombra?

FranCo dijo...

Pienso Amando, que ya la historia va sumando nuevos personajes y que cada autor se sentirá identificado más con un personaje que con otro. Ello derivará en que se cree esa especie de partida de ajedrez de la que hablas, entre los personajes.
Cada autor moverá la ficha del personaje que más le atraiga y ello conllevará a que otro personaje de la novela vea atacado a su “rey” o su “reina” y tenga que mover ficha en su defensa por medio de su escritor valedor. También existirán escritores valedores tipo “Judas” que meterán a su personaje favorito en conflictos.

Amando Carabias dijo...

Todavía no lo veo, todavía no lo veo. Creo que es pronto.

FranCCø dijo...

Ana J. estamos a la espera de tu capítulo. ¿Como lo llevas? Vete contándonos como está siendo el proceso de engendro. ¿Llevas muchas modificaciones? ¿Qué pensaste que hayas desterrado por parecerte un disparate? ¿Un adelanto? Te haces de rogar.

Estamos ansiosos por conocer hacia donde camina Sophie.

Amando Carabias dijo...

Eso es mucho suponer. Lo mismo no camina. Lo mismo sigue ante el programa. Ha recibido una llamada especial de algún oyente o alguna oyente especial y el primer minuto se repite más adelante. Esta vez no teatralizan. Acaba de encontar el amor de su vida. Mientras Carlos Escobedo, que conduce mientras escucha la emisión, tiene un ataque de celos brutal...

Epero, Ana J, que en unas horas nos desveles algo del misterio o nos mandes a algún sitio más o menos feo. Libre albedrío ya sabes.
Bueno, para no desvariar, me voy a disfrutar de la fría lluvia de esta tarde castellana, donde no pasamos de los ocho graditos.

No, no me digáis nada de cómo estáis en Santa Cruz, me puede dar un ataque de envidia inaguantable.

Ana J. dijo...

En Santa Cruz está chispeando y yo me vuelvo a ir de viaje... a FUERTEVENTURA!!!!! Prometo no volver a poneos los dientes largos, palabra... bueno, lo intentaré.
Esto quiere decir que es posible que me cueste la comunicación porque voy de curso y placer, cosas bastante incompatibles con estar grapada al ordenador para ver los comentarios y participar. Un marrón, por otra parte, porque lo mío ya es de adicción en toda regla.
Os cuento, aunque quería que sufrierais hasta el domingo.
He tenido graves problemas conmigo misma porque la extensión de lo que he escrito es algo mayor de lo que pretendía. Pero me ha salido lo que me ha salido y eso que me he refrenado, porque esta historia ya empieza a hacerse fuerte en mi cabeza.
Puedo decir que mi detective, Marcos Heredia, no sale, por el momento. Serían demasiados españoles en Edimburgo (Carlos Escobedo llegó antes), aunque lo mismo lo anglizo (este es un palabro, soy consciente, ¿vale?) y tenemos a Mark Heir, private eye. Ya veremos.
He desechado ciertas partes que tenía previstas escribir por ser demasiado... no, no te voy a dar la pista, FranCo, que me quieres tirar de la lengua. Vas a tener que esperar al domingo. Lo siento, colega.
Sí puedo adelantar que no voy a pisarte el personaje de Carlos Escobedo... por ahora, que a mí también me gusta.
Ando muy revolucionada con el texto, muerta de miedo por si no encaja (mi estilo es bastante diferente del resto) y desesperada porque lo leáis.
No sé si me dará tiempo a revisar algo porque mi avión sale en hora y media y no he hecho la maleta, pero no me podía ir pasar por este universo paralelo que tenemos montado.
Qué envidia me dais, que podéis seguir en la conversación. Yo voy a ver si me puedo enganchar en algún ratillo muerto.

Amando Carabias dijo...

¿O sea que también tienes detective?
El mío no es exactamente detective sino subinspector de policía de la Comisaría de Euritmia. Se llama Daniel del Río (¿qué tal Danniel River?) Y protagoniza un relato publicado, es figurante en otro de ese mismo libro, y protagoniza una novela que casi seguro no me publicarán.
Pero no había pensado que fuera a Edimburgo.
En realidad, no pienso nada sobre la trama de la novela. Es como si la tuviera detenida en la cabeza.
hasta dentro de seis capítulos soy lector, o analista, si queréis y espero. No quiero pensar en nada, porque puede ocurrir y ocurrirá que lo que piense se lo llevará el viento, mejor dicho vuestras plumas...
Me alegra que tu texto sea más largo. Tenemos días para leerlo.
Hasta el siguiente capítulo.
Además si te ha salido así, para cuando a uno sólo le dé para una frase...
Que disfrutes del finde en Fuerteventura, yo no disfrutaré de ninguna aventura fuerte

Anabel dijo...

A mí me pasa como a Amando: estoy a la espera, no pienso en la trama, ni en el personaje -aunque se me empieza a dibujar difusamente en la cabeza-. No quiero imaginar nada más, ni hacerme una composición de lugar porque todo puede cambiar tal y como cambia la vida misma. Así que espero, junto a mi telar, sin tejer todavía hasta que no tenga los seis hilos que me faltan.

Saludos,

Anabel, la Cuentista

Ana J. dijo...

Conozco a tu Daniel River, digo, Daniel del Río. Estoy a puntito de terminar el libro, sólo necesito estar un rato a solas, con el ordenador (lo reconozco, para evitar la servidumbre de tener que conectarme a internet he tenido la santa paciencia de copiar todos los capítulos en un archivo de word y así poder leerlos, por ejemplo, en el avión).
Tal vez Daniel del Río conozca a Marcos Heredia de alguna convención de detectives... pero confío que a él le vaya mejor que al mío, que anda el pobre sin trabajo que llevarse a los ojos.
Pasando a lo de tener o no la historia en la cabeza, evidentemente, no la tengo completa, ni una aproximación a lo que puede terminar siendo porque es imposible por la propia dinámica de la novela. Sin embargo, ya tengo personajes bullendo, situaciones que me hacen querer escribir e imaginar posibilidades. Aunque luego no se desarrolle la historia como sueño ahora. Lo necesito, es algo sin lo que no puedo pensar en escribir algo que sienta como mío. Puedo cambiar lo que tengo previsto, de hecho, el post de FranCo me hizo dudar en si escribir el mío tal y como lo he hecho o no, pero no puedo sentarme a ver discurrir la historia sin hacerla mía. Aunque luego se quede solo para mí y salga algo muy distinto, pero el mecanismo ya se ha puesto en marcha, ya la historia es mía (en su parte alícuota . No sé si con tanta palabrería me estoy explicando.
Por cierto, Catherine e Isolda: me encantan vuestros apelativos para los que formamos el grupo de 7plumas: sietebics, sietebolis!!!! Geniales!!!
Personalmente, lo de plumíferos no me gusta demasiado porque me recuerda a los pájaros (Piolín, gallinas, buitres y demás pájaros de cuentas...) pero creo que nos podéis llamar como queráis.
Otra cosa, pura curiosidad, si no quieres no contestes, Catherine, ¿francesa o inglesa?
Tu español es estupendo, de los de dar envidia.
Norma, son muy interesantes tus puntualizaciones (ya te lo han dicho, ya lo sé). Estimulan a ser cuidadosos. Espero no meter la pata, gramaticalmente hablando, en mis posts. En caso contrario, espero tus revisiones y las de los demás.

catherine dijo...

Ana y otras Plumas, gracias por decir que mi español os agrada, pero me pueden ocurir meteduras de pata con palabras similares en los dos idiomas que tienen un sentido diferente y matices de una palabra que ignoro aun con la ayuda del diccionario.
Ana soy francesa, vivo en los Alpes. Me intereso mucho por España desde que mi hija vive en Barcelona, ya desde hace 11 años. Hace un poco más de un año decidí escribir en blogs españoles y no os cuento mi galimatías.Pero con los alientos de Amando casí desde el 1º dia, pues de otros que se volvieron amigos - y ya encontré a unos en carne y hueso- es cierto que progresé.
Si fuera yo inglesa sería la hora de la salida del capítulo 5. Con el tiempo que me cuesta escribir este rollo falta menos de una hora.

Ana J. dijo...

Me imaginaba que eras francesa, Catherine. Y me da mucha envidia comprobar lo bien que te expresas en español. Yo estudié francés de pequeña y ahora, por no practicarlo, lo tengo más que oxidado. Soy capaz de leerlo, si no es muy complicado (los periódicos, revistas... me resultan casi imposibles de comprender), y es una pena porque hubo una época en que lo hablaba con fluidez.
Veo que Amando nos aglutina, de un modo u otro, a muchas personas. Es algo estupendo!
Llevas razón en cuanto a lo de la hora y comprobarás que me he retrasado en publicar mi parte, pero es que justo esta noche tenía la clausura del curso que he venido a hacer en Fuerteventura, que ya es puntería.
Al menos he podido colgar el capítulo, porque me fastidiaba incumplir.
Un abrazo a todos

Marina Filgueira dijo...

¡Carambola... con la Sophie! Esconde una doble personalidad, bajo su disfraz humano. Muy bueno este cuarto capítulo. ¡Premio al autor¡

Eva Guadarrama dijo...

Estoy encantada!!!!Si supiérais que hace tiempo que no me engancho a ninguna novela...De momento voy por el cuarto capítulo, y si no fuera porque debo ir a trabajar (mis muebles me esperan!), seguiría sentada ante esta inspiradora pantalla con un café con leche bien calentito...lo del alchol lo dejamos para Sophie, no vaya a ser....
Me habeis atrapado en esta fantástica aventura, gracias 7 plumas!

FranCo dijo...

Eva, muchas gracias por seguirnos. En éste momento estamos en proceso de edición de la novela en papel.
Es un estímulo para nosotros tus palabras.