14 ago 2010

Capítulo 31

Como cada viernes, Sophie subió las escaleras de la emisora a toda prisa. Esta vez no maldecía su pie por hacerla sentir torpe y poco atractiva, ni el corazón se le desbocaba ante la perspectiva de volver a ver a Carlos, que la estaría esperando ya dentro de la pecera, con los contenidos del programa listos para comenzar la emisión, ni sentía el peso caliente que avivaba su sexo a medida que se acercaba la hora.

28 comentarios:

Ana J. dijo...

Hola a todos.
Antes que nada, debo hacer varias aclaraciones a este capítulo sietemesino.
La primera, pues eso, que se ha adelantado. Lo he publicado hoy porque mañana viajo de vuelta a Tenerife y no me fío de que no vaya a haber ningún contratiempo. Me horrorizaría faltar a la cita con todos, especialmente cuando Amando me ha confiado el turno.
La segunda es que he tenido todos los problemas del mundo para publicarlo porque el ordenador del ciber no me reconocía el formato (a pesar de que he escrito desde el mismo ordenador donde lo publico, de que lo leo perfectamente y que lo llevo a mi ordenador y no hay problemas. No sé, el mismo dueño del ciber se ha vuelto loco intentando saber qué ocurre y se ha dado por vencido. Como yo soy una analfabeta informática pero cabezota a tope y tengo el ángel de la guarda que más trabaja, al final le he dado a un comando et... voilà!
Otra cosa, he utilizado un párrafo copiado literalmente de un capítulo de Marcos. No le he pedido permiso, porque está por esos mares de Dios, pero creo que no le importará, porque considero que es lo pertinente.
Y la última cosa. He añadido al capítulo las traducciones de las letras de las canciones que aparecen en el texto. Lo hago porque creo que es importante leerlas, de entrada, no si se te ocurre por curiosidad buscarlas en otra sección, ya que estas letras (y la música, por supuesto) aumentan el sentido del texto, subrayando los sentimientos de Sophie y lo que quiere expresar.
Sé que es una pequeña transgresión pero permitídmela, por favor.
FranCo, porfa, no lo edites, porque para mí es muy importante que aparezcan ahí. Si acaso, cuando se publique el siguiente capítulo, se pasa a un post aparte, pero ahora creo que es necesario tenerlas ahí.
Ah, una cosa más. Dácil, aunque no lo parezca, tu trepidante capítulo me dio el pie para escribir este, así como todos los que han hecho, de una forma u otra, referencia a la Dama de la callejuela. Gracias, compañeros.
Y me dejo de rollos.
Espero que os guste
Un abrazo muy fuerte para todos y uno especial para Dácil, que me puso en bandeja la historia.

catherine dijo...

Et voilà! (con accent grave ````)
Et voilà! con los avatares y imperfecciones del cybercafé.
Estupendo reencontrarse con la Dama, con Carlos. Tienes razón, otra vez las músicas de tu capítulo son superimportantes.
El primero que encuentre el párrafo copiado ganará... quizà una llave de la novela.
Volveré con más calma y releflexión.

Ana J. dijo...

Gracias, Catherine, me alegra mucho que te haya gustado el reencuentro.
Gracias también por lo del acento, aunque en la pantalla de ESTE ordenador se ve correctamente, es decir, grave... esto de la informática y los ciber son un misterio para mí.
Un besazo.

María dijo...

Ver en mi pantalla el capítulo 31, me ha dejado tan sorprendida, que lo he leído rápidamente, para ver de que iba.
En principio, me parece muy buena idea, retomar el tema de La Dama y la decisión que ha tomado Sophie.
Había una buena película que se llamaba así: La decisión de Sophie, buena pero dura.
Tenía que ser Carlos, con su acento "raro", el que pagase la fianza y la sacase de la cárcel, no se, si es que siente por ella, más de lo que intenta demostrar, o son los intereses monetarios, los que le llevan a hacerlo.

Gracias Ana, por tomarte tantas molestias, para tener el capítulo a punto, me gusta mucho, pero tengo que leerlo más tranquilamente. Besicos.

María dijo...

Ana, si el párrafo copiado a Marcos, es el de ¡Arranca la vida en la ciudad..., realmente era necesario.

Se me olvidaba, gracias por traducir las canciones, no todos dominamos el inglés, y es un engorro tener que traducirlas.

Anabel dijo...

Muy bien, Ana: Sophie está espléndida, ha resurgido de entre las cenizas como el ave Fénix. Me gusta su seguridad ante Carlos, eso tal vez repercuta en que Carlos la mire de otra manera. Era necesario hilar un poco más el tema de la Dama de la Callejuela, aunque en este sentido aún queda mucho que aclarar.

Bien, esto va viento en popa, amigos.

Flamenco Rojo dijo...

“La Dama de la Callejuela”…va a ser difícil encontrar un mejor título para la novela, creo.

Ciertamente Ana es importante el contenido de las canciones que aparecen en el capítulo…complementan perfectamente el texto. ¿No demandábamos más protagonismo a Sophie? Ea, pues aquí lo tenemos. Muy bien Ana.

Amando empieza a escribir que el miércoles está a la vuelta de la esquina. Feliz viaje de vuelta a Tenerife para ti Ana y a Segovia para el escribidor y Marián.

Besosabrazos.

Inma Vinuesa dijo...

Ana, que diálogo nos has regalado entre Sophie y Carlos, no solo palabras intensas, gestos, miradas vibraciones, yo diría que hasta olores...
Me ha gustado muchísimo, no hay nada mejor en una lectura como que te haga transportar la mente al momento que describes, revivirla en tu imaginación, haciéndote partícipe del momento e incluso sintiéndote en el papel de la protagonista.
Maravilloso capítulo adornado con esa música que no ha podido ser más oportuna en ambos momentos del diálogo.
Compruebo como la inspiración está volviendo a tener un momento álgido en la novela, y como la habéis retomado Dácil y tú de una forma impecable.
Felicitaciones, mis más sinceras felicitaciones.

Flamenco me gusta el título que sugieres, es muy acertado, si hay que votar, tienes mi voto, y no me importaría nada que nuestra novela se titulara así: "La Dama de la Callejuela"...

Dácil Martín dijo...

El duelo de La Dama de Las Callejuelas", con ese título daría nombre a este interesante capítulo. He tardado en hacer el comentario al querer regocijarme antes, no tiene desperdicio alguno. Un capítulo con garra, fuerza, sensualidad, y al ritmo de la música peculiar que lo acompaña.

El duelo que llora se palpa. Sophie ha quedado herida. El dolor lo regala a sus oyentes mediante la música y sus trascendentes silencios. Sophie ha dejado de ser joven, ahora ya es una mujer.

Carlos perdió el control frente a las racciones de Sophie. Él siempre tan vivido y duro, lo más que pudo hacer fue activar "sus mecanismos de defensa", y estar en alerta para apagar su voz cuando lo vió necesario. No parece que él entendiera nada, quedó como perplejo.
¿Qué exactamente quiso contar Sophie a sus oyentes? ¿Sabía Carlos de que podría tratarse?,
Por otra parte, ¿quiso confesar Sophie su amor por él, o se trata de algo más que ella sabe y que Escobedo ni imagina?
Y más..., más matices puede uno seguir descubrindo en este extraordianrio capítulo.
En cuanto a la música, no hubiese imaginado hace unos años que la banda de Sepultura me gustara tanto y, menos, la voz desgarradora de Max Cavalera en su "Roots brondys roots", y lo significativo de su letra. Igualmente, me ha gustado volver a oír Karen Carpenter.

Amando disfrutará con las puertas abiertas que le has dejado. Me ha gustado mucho Ana. Felicidades plumífera. Bienvenida a Tenerife. Un abrazo grande.

Dácil Martín dijo...

Ah! lo olvidaba, también me gusta para el título de la novela "La Dama de La Callejuela"

María dijo...

Los capítulos 30 y 31, marcan un antes y un después, en la novela.
Hasta ahora teníamos un personaje, rodeado de misterios, que intuíamos, sospechábamos, alguna certeza (la desaparición de sus padres), pero nada más.
Después de la confesión de Amy y posterior muerte, nos encontramos con una Sophie, dispuesta a hacer frente a lo que "es", al "poder" que tiene y sobre todo a su futuro.
Y empieza por desnudarse, no para sus oyentes o para Carlos, como otras veces, sino para ella misma, reconociendo sus miedos, sus frustraciones e intentando, que la vean a ella, a la persona y no al poder, que podría obtener aquel que la posea.

Ana J. dijo...

Hola a todos.
Ya estoy en casa (gracias, Flamenco, por tus deseos para el viaje) y feliz de comprobar que el capítulo os ha gustado a los que lo habéis leído.
Supongo que a todos nos pasa, pero hasta que no compruebo que no ha sido un fiasco no respiro tranquila.
Creo que habrá que darle una llave de la novela a María, si te parece bien, Catherine, porque ha acertado de pleno.
Estoy con vosotros: había que darle a Sophie no el protagonismo, que creo que nunca le faltó aunque el personaje estuviera atravesando horas bajas, sino el valor para que tome las riendas de su vida.
Según lo veo yo, siempre ha estado a la sombra de otros, bien por sobreprotección (Amy, Deborah), bien por manipulación (Carlos), bien por obligación laboral (Jack).
Una serie de acontecimientos como los que ha padecido debe ser el detonante para resurgir o para hundirse. Evidentemente, esto último no era una opción, con lo que sólo quedaba una posibilidad.
Escogí que el extranjero que paga la fianza sea Carlos para que su implicación quede patente en la trama relacionada con las gemas, armas, ... lo que sea, para que pueda entrar en confrontación directa con Jack, algo a lo que no renuncio.
Sigo...

Ana J. dijo...

La relación de Carlos y Sophie. Puede, como dices, Anabel, que este giro sirva para que él la vea con otros ojos, seguro que sí, aunque yo creo que Escobedo está muy centrado en sus negocios, los más evidentes y los más turbios. Pero lo cierto es que todos esperamos ese revolcón. ¿Llegará?
Me alegro mucho de haber conseguido el efecto deseado con la música. Sophie la escoge con cuidado para su noche de sinceridad.
La música de Sepultura me ha permitido que Sophie hable de su necesidad de ser ella misma y de conectar con sus auténticas raíces y, sobre todo, expresar su rabia. La voz de Cavalera es impresionante para conseguir ese efecto. A veces, incluso excesiva.
Y, bueno, This masquerade. Si Escobedo fue capaz de escuchar su letra antes de salir de la pecera, no va a tener la más mínima duda, si es que la tenía. La melancolía que destila también le iba muy bien al momento.
Con estas canciones he querido ser explícita, porque Sophie las escogió para serlo.
Inma, los diálogos son mi talón de Aquiles. Me pongo de los nervios cada vez que encaro uno porque es facilísimo meter la pata con ellos. Y este capítulo los necesitaba. No sabes cómo me tranquiliza que te hayan gustado.
Flamenco, puede que el título que propones sea un firme candidato. A mí me parece que resume muy bien el espíritu de la novela, si la centramos en el personaje principal, aunque habrá que escuchar la opinión de los demás.
Muchas gracias a todos, Catherine, María, Anabel, Flamenco e Inma.
Un abrazo muy grande a todos

Ana J. dijo...

Se ve que escribí tan largo y tendido que no vi cómo aparecían los mensajes de Dácil y María. Qué fallo!
Muchas gracias por tus más que generosos comentarios, Dácil.
Como te dije, tu capítulo fue inspirador, por la forma en que Sophie se crece ante su enemigo.
Me alegro mucho de que no te horrorice la música de Sepultura. No es para escucharla a todas horas, pero tiene una fuerza increíble.
Para mí, Sophie estuvo a punto de confesarle a Carlos la atracción que siente por él, nada más. Y nada menos.
Estoy de acuerdo contigo, María: Sophie está haciendo un ejercicio de afirmación, se está desnudando ante sí misma y revistiéndose de valor y autoconsciencia, a la vez que hace una declaración de intenciones ante Carlos y busca la complicidad de su audiencia (porque le es vital, no porque quiera manipularla, no quisiera expresarlo mal).
Ahora queda un problema para la progresión de la novela (bueno, uno más a parte de los que tenemos pendientes de hilvanar): ¿qué va a pasar ahora que Purplestone la ha localizado? El hecho de que envíen un medium así lo demuestra, por lo que sospecho que habrá que hacer algo para evitar que la secuestren o algo peor. Aunque supongo que aún nos quedan muchos disgustos por pasar con Sophie...
Un abrazo fuerte, Dácil.
Otro besico, María

Ana J. dijo...

Una cosa: no sé por qué ante un comentario largo te indican que es demasiado largo para procesarlo y, cuando lo parto para hacerlo en dos, compruebo, tarde, que se publicó completo, con lo que me repito, como el ajo.
Lo siento, chicos.

FranCo dijo...

Ana, imaginaba antes de que apareciera tu capítulo, que tomarías este camino, pocas opciones quedaban. Perfecto, emocionante, en definitiva comercial, de esos que venden.

La selección de temas musicales perfectos. Aunque se me antoja que no debemos abusar de ellos, pues los pocos avezado en música dura como yo, solo por el título no me sugieren nada y tengo que ir al enlace para situarme. En la versión digital no existe problema, pero en la versión impresa no es posible. Aunque si pagamos derechos de autor podemos adjuntar un CD en la novela . Tonterías a parte, me ha gustado mucho el capítulo.

FranCo dijo...

He entendido por las palabras de Flamenco y de Dácil, que el próximo en escribir es Amando. Yo había entendido que habían intercambiado entre Amando y Ana J. el turno, por lo tanto me tocaría escribir a mí, que soy el cuarto y Amando tomaría el puesto de Ana J., el quinto.

Ana, ¿me puedes aclarar?, pues ha sido un acuerdo entre ambos. Gracias.

FranCo dijo...

La “La Dama de la Callejuela” me parece un título sugerente. De momento y hasta otra opción, tambien me apunto a ese título provicional.

Ana J. dijo...

No sabes qué ilusión me hace que te haya gustado el capítulo, FranCo!
Muchas gracias, de verdad.
Llevas razón en cuanto a lo de que hay que tener conocimiento musical para no perder el sentido, por eso insistí en poner las letras de las canciones para que se pudieran leer directamente. Lo del cd no se me había ocurrido pero, igual que hacen cd con las canciones que salen en determinados programas de radio o tv, ¿por qué nosotros no?
Vale, ya se me ha puesto la imaginación en marcha, la culpa es tuya...
Yo creo que te toca a ti. Amando y yo cambiamos las posiciones entre nosotros, tú te quedas en tu sitio, es decir, te toca el miércoles.
Un abrazo y ponte a escribir, que te esperamos ¿vale?

Amando Carabias dijo...

En primer lugar, perdón por el retraso. El día de hoy ha sido terrible para poder conectarme, pero al fin lo consigo.
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Anoche, cuando llegué de mi periplo astur (donde no he contado con internet), me leí los tres capítulos del tirón. Y como ya está prácticamente todo dicho, hago aquí un comentario general.
En primer lugar los tres me han gustado. Eso es lo primero y lo más importante.
Del capítulo 29, diré que lo que ha hecho Inma ha sido coger el toro por los cuernos y dar un paso al frente. Me explico. En una entrada que escribí antes de mis vacaciones, titulada "Dudas" se planteaba la cuestión del aparente enredo del argumento, y ella de un plumazo (nunca mejor dicho) decidió que cargaba sobre sus hombros la responsabilidad de urdir uno con los datos que se habían dado. Parece que la parte del pasado del puzzle está ya formada, nos falta armarlo hacia el futuro.
El capítulo 30 de Dácil, cargado por la lógica de los acontecimientos, nos lleva al entierro de Amy. Me dolió, para qué decir otra cosa, me había encariñado con Amy, y no sabéis cómo, le tenía puesto hasta rostro; pero la vida es así de cruel y tan grave padecimiento cardiaco la había puesto al borde del precipicio. En la escena del entierro se maneja la sátira y la dulzura de un modo que, como ha comentado FranCo, te aleja de la lágrima fácil.
(Por cierto, y ahora que te nombro FranCo, el unicornio de Culross está descrito y su fotografía en este mismo blog. En el apartado de Escenarios de la Novela. Creo que fue Flamenco, e incluso Dácil, los que allí remitían. Hasta subí la canción del Unicornio azul de Silvio Rodríguez)
(Sigo en otro comentario, por si acaso...)

Amando Carabias dijo...

(Continuación)
Este capítulo 31 me parece muy bueno, y muy duro. Creo que básico en la novela, sobre todo en el sentido de ahondar en la protagonista y lograr de ella la evolución que todo personaje requiere en una novela.
Los personajes de una novela han de evolucionar psicológicamente, salvo que la duración del relato sean pocos días u horas. Pero en este caso (con independencia del tiempo 'cronológico' que nos dure) a Sophie le están sucediendo tantas cosas que cualquiera sufre en su interior un cataclismo. Son este tipo de encrucijadas vitales las que a un ser humano le llevan a enfrentarse consigo mismo con total y drástica sinceridad.
Como bien sabéis no soy mucho de Heavy metal (ahora mismo estoy escuchando el Prom 38 de este año de la BBC que se celebró el pasado día 14, un concierto de órgano con temas de Bach interpretados por David Briggs), pero reconozco que el tema que has subido le va como anillo al dedo.
(En la edición escrita se puede incluir como nota a pie de página la traducción del texto o incluso el texto original y su traducción, me parece acertado. Y ni siquiera es necesario que se haga del modo que aquí aparece, cada estrofa puede ser un párrafo y los versos en vez de ir en línea aparte pueden separarse por una barra: /).
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Siento haber generado la confusión con las fechas. Supongo que las prisas. Así que yo escribo el capítulo 33 y luego vuelvo al orden inicial. O sea, me corresponde el 38 que es el día 8 septiembre si las cosas no varían.

En pocos días (espero que a lo largo de mañana) tendré completados el resumen, los escenarios de la novela y la banda sonora.

Perdón por la extensión.

catherine dijo...

Ana, te había dicho que volvería. Con todos los comentarios que ya estan, no digo nada más sino que me gustó mucho. Creo que eres una hacha para asociar tu texto y canciones, aquí son las que Sophie elige para expresar su estado de ánimo.
Deseo felicitar otra vez a las 3 chicas que escribierón casí en el desierto cibernético. Fueron capítulos importantísimos.
"El coronel no tiene quien le escriba", ibamos a tener 2 capítulos de una vez, pero veo que se arregla.
¡Ánimo! FranCo.
Besos a los 7 Plumistas ya reunidos.

Ana J. dijo...

Gracias, Amando, me alegro mucho de que te haya gustado y de que no hayas tenido que tomar Primperán para tragar Roots bloody roots... reconozco que es un tema duro de pelar pero, como bien dices, a evolución de Sophie lo requería.
Esperamos tus resúmenes, andábamos un tanto deslabazados sin ellos.
Gracias, Catherine. La musica suele asaltarme cuando escribo, antes o después de que surja la idea, no hay patrón fijo. De hecho, pocas veces escribo sin música de fondo, muy pocas. Es como un motor.
Un beso grandote, amigos
Un abrazo a todos

Ángeles Hernández dijo...

¡Qué precioso!

Lei el capítulo en el móvil cuando se publicó pero hasta hoy no he tenido la tranquilidad para comentarlo. Muy brevemente porque ya está dicho casi todo.

Esperaba, necesitaba este capítulo. Siempre he apostado por Sophie y estaba claro que los acontecimientos de los últimos días (Dacil) le han ayudado definitivamente a sacar de sí misma su mejor yo.
"Quiero que los que me aman dejen de ocultarme lo que creen que me hará daño, quiero poder defenderme por mí misma" es para mí una frase perfecta que resume en pocas palabras la esencia del capítulo y quizás de la novela.
( Reflexiono también cuántas veces protegemos demasiado a los que amamos y con ello impedimos que maduren, pero eso es otra historia).
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El título propuesto no acaba de convencerme, anticipa desde el inicio muchas cosas que nosotros hemos tardado 31 capítulos y varios meses en conocer. De momento me abstengo.
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Yo soy de las de música de cantautores, la que se puede tocar en la guitarra. Haré el esfuerzo por escuchar lo que propones , Ana, sobre todo por el entusiasmo que le dedicas y por la molestia que te has tomado en traducir las letras que amplifican lo que ella siente.

Muchas gracias por este capítulo, que aún he de releer varias veces, no tiene desperdicio: Sophie se reivindica ¡por fin!.

Ángeles Hernández dijo...

Se me olvidaba:

Con esto queda claro que Sophie no va a seguir los consejos de Amy y huir muuuuuuyyyyy lejos ¿no?.

¡Qué descanso siento!

Ana J. dijo...

Muchas gracias, Ángeles. Tu opinión es muy importante para mí.
Si eres de cantautor, no te molestes en escuchar a Sepultura. En este capítulo, lo importante son las letras, al contrario que en el otro, en que la música subrayaba las emociones de Jack.
Si quieres, escucha This masquerade, creo que esa sí puede gustarte.
Yo también apuesto por que Sophie siga en Edimburgo, como muy lejos, Culross
Un abrazo

Marcos Alonso dijo...

¡Bienvenida a casa Ana!

Como de costumbre nos traes un estupendo capítulo, en el que el estudio de radio vuelve a ser testigo de esa relación entre Sophie y Carlos. Una Sophie dolida por la muerte de su abuela y la desagradable experiencia carcelaria; agradecida por la rápida intervención de Carlos para liberarla; también se aprecia una cierta tensión, quizá algo de decepción o cansancio. Sin duda ya Sophie no es la misma, ahora tiene los ojos abiertos y no cuenta con el apoyo insustituible de su abuela, eso la obliga a ser más fuerte y desconfiada, quizá estemos ante un posible cambio, un cambio radical en manos de las próximas plumas.

PD: No sé que texto has copiado, posiblemente te refieras al que yo copié de Franco (La frase con la que Sophie inauguraba su espacio radiofónico) En cualquier caso ya sabes que los capítulos no son de nadie en particular sino de todos en general.

Ana J. dijo...

Gracias, Marcos! Bienvenido a casa tú también.
Me alegra que te guste el capítulo. Creo que has hecho un análisis certero.
Vamos a ver cómo se las apaña Sophie ahora que tiene los ojos abiertos y está decidida a ser la dueña de su destino. Va a ser duro.
El párrafo es tuyo, Marcos. Está en el capítulo 20 (creo, o el 21). Lo copié literalmente. FranCo puso unas líneas parecidas en un capítulo anterior pero no eran esas. Ay, cabecita loca, que no recuerdas lo que escribes....
Estoy de acuerdo en que el libro es de todos, pero no habría estado bien que no lo dijera: alguien, tal vez tú, podría pensar que ese estupendo inicio del programa se me había ocurrido a mí.
Un abrazo fuerte, Marcos
Otro abrazo muy grande para todos