21 ago 2010

Capítulo 33


Mientras el viejo Walter y el español, cazcaleaban camino de las entrañas de la Old Town, en busca de la urdimbre que teje una ciudad dormida, Sophie cerraba la puerta de la casa que hasta hacía menos de una semana compartía con su abuela. ‘Sólo hace una semana, cuando me levanté para ir a casa de Jack, ella estaba preocupada por mi salud, porque le había despertado pidiéndole que reveláramos el secreto del mineral a los militares’, pensó. Se trataba de una idea insistente dentro de su mente, que tenía cierta tendencia a las obsesiones, a rumiar el mismo tema una y otra vez.

 

52 comentarios:

Ángeles Hernández dijo...

Largo capítulo nos regala, Mr.. Carabias, a la altura de su ilustre pluma.

De momento sólo me atrevo a hacer acuse de recepción pues su lectura va a ocuparme largo rato, estoy segura que de inmenso disfrute.

Gracias por su puntualidad y esmero.

Nos queda un largo camino que recorrer a los siete y plus en esta entrada.

Nos vemos. Un fuerte abrazo Á.

Flamenco Rojo dijo...

CAPITULAZO...

Lo estaba esperando como agua de mayo...Mañana lo volverá a leer más detenido y le sacaré punta al lápiz.

Un abrazo.

Amando Carabias dijo...

Ángeles y Flamenco, si queréis lo divido en dos partes... jeje...
Ya veréis que no es para tanto.

Dácil Martín dijo...

De nuevo monólogo, y nada más y nada menos, que de Sophie y Deborah, que incluye lucha entre gatas. El comienzo de una lucha ya presagiada en los comentarios. Sigo regustando este capítulo de una noble pluma. No he podido evitar anticiparme para darte mis felicidades. Un abrazo

Inma Vinuesa dijo...

GUAU, estoy impresionada,¿tenías mono de capítulo?, que cantidad de matices has elaborado, tengo que volver a leerlo, este capítulo es para saborearlo unas pocas de veces, y escribirte muchas cosas, es tarde y mañana no hay que trabajar tengo mucho tiempo para disfrutarlo, ¡que bien!.
Muy bueno Amando, a tu altura.
Inma

Isolda Wagner dijo...

También lo esperaba y me ha encantado. Vuelve la ternura, el mirar hacia adentro y el suspense final.
Bravo, Amando. Mañana más.
Besos para la nueva Sophie y para tí.

Amando Carabias dijo...

Muchas gracias a las tres, Dácil, Inma, Isolda por vuestras valoraciones previas. Espero las próximas, en que se analice el contenido de modo más pormenorizado.
No, Inma, no es que tuviera mono, de hecho pensé hacerlo corto (anda que si pienso en hacerlo largo), pero una cosa llevó a la otra.
Seguí a su casa a Sophie. Aquella despedida (casi a la francesa) de la emisora, me había dejado intrigado. No soy de mucho salir fuera de casa, más bien casero, así que preferí eso a darme una vuelta por Edimburgo.

Ana J. dijo...

Fantástico, Amando!
Sigues ahondando en la transformación de Sophie, en su toma de conciencia de sí misma y quienes la rodean salvo Carlos, que se le escapa. Lo que puede hacer una buena planta y las feromonas adecuadas....
El descubrimiento del doble juego de Deborah puede ser clave para el desarrollo de la historia, su decepción puede empujara a tomar decisiones, a saber si acertadas.
Mostrarnos el interior de Deborah también ha sido un acierto.
Un capítulo introspectivo, clarificador, espléndido.
Magnífico, seguiremos cazcaleando juntos en la historia.
Un abrazo grande

Marcos Alonso dijo...

Personalmente creo que el capítulo es excesivo, así que lo mejor sería dividirlo en dos, como dice Amando, yo me quedo con una parte, por supuesto, y así el turno pasaría a nuestra amiga Anabel ¿De acuerdo?


Extenso e intenso, este monólogo que revive las últimas vivencias de Sophie, cada vez más sola, pero también más fuerte. El capítulo, con el estilo que caracteriza a Amando, brillante y elegante, deja la puerta abierta a la sospecha y la desconfianza, ¿el fin de una amistad insostenible? entre Sophie y Déborah. Todo apunta a que se producirán grandes cambios ¿Preparados?

Enhorabuena Amando


Marcos Alonso

María dijo...

He intentado leer este capítulo despacio, no atropelladamente, como hago otras veces.
Has hecho un repaso a toda una semana, tal vez, de las más importantes en la vida de Sophie y desde luego trascendental para la novela.
Sophie, va recordando, paso a paso, todo lo sucedido, va meditando y atando cabos, empieza a entender quien es quien, que su amiga del alma, seguramente no es tan amiga, y toma conciencia de que está sola, para bien o para mal. Únicamente, parece que se le escapa lo que hay detrás de Carlos, no es objetiva en su juicio.
Sabe que está en medio de una trama, que comenzó incluso antes de que ella naciese, pero en la que es la principal protagonista, sabe que tiene poder suficiente para salir airosa, pero son muchos los intereses en juego y muy poderosos los enemigos.
Felicidades Amando.

FranCo dijo...

Amando inmenso capítulo, por extensión y calidad.
Ahondas algo en el interior de Déborah, cosa que nadie hemos realizado. La pobre ha sido un mero figurante y mala detective.
Capítulo sereno y elegante. Has tratado de justificar la complicada posición de Débora, que no creo que nadie la encuentre creíble. Es una mercenaria que se ha pegado a todos los bandos y tu has tratado de darle algo de credibilidad a su personaje.
Esta subtrama que aperturas: Déborah vs Soppie, era algo que la novela lo pedía a gritos.

Muy buen capítulo. Es tarde, mañana releo. Volveré a alabarlo seguro y a buscarle alguna cosquilla que se me antoja. Creo que el tiempo. Felicidades.

Amando Carabias dijo...

Repito el agradecimiento,Ana, Marcos, María, FranCo.

Me parece, Marcos, que no se te arregla, y tu capacidad para la creación de situaciones cargadas de sensibilidad e ironía será un regalo para los lectores. Tus fans ya te esperamos.

El descubrimiento por parte de Sophie del doble juego de Deborah, ha sido casual. Y esto merece un artículo independiente, y cuando lo escriba, sé que sonará a invento. Lo que ocurre es que no sé a dónde nos llevará.
Decís que Carlos se le aleja a Sophie. En realidad creo que todo el mundo se le aleja a Sophie. Desde que supimos que Deborah trabaja para más de un señor, pocos apoyos le quedan a nuestra chica. Y los que le quedan, son sorprendentes: los Donaldson. Es una mujer cada vez más sola. Quizá le queda solamente el profesor de quien apenas sabemos nada. Carlos se va, pero no se quiere ir.
Esta semana efectivamente era trascendental para la novela, aunque para la trama era, en apariencia, insustancial, hasta que descubrí lo del cuaderno. Y sin embargo, era importantísima, como bien nos habían mostrado Ana y FranCo con sus capítulos, puesto que ambos habíamos contemplado a una nueva Sophie más libre y decidida (Ana), menos manipulable (FranCo). Cambios de calado para una persona en una semana, cambios que me tenían intrigado.
Cuando FranCo concluyó su capítulo tenía varias opciones, básicamente dos, seguir a Carlos o seguir a Sophie. Como he dicho más arriba, soy de poco salir por la calle por la noche.
Hablas del tiempo, FranCo. Creo que sé a lo que te refieres. Esperaré para aclarar las dudas, pero has de saber que en un párrafo me cargo el martes por la tarde, el miércoles y casi todo el jueves, por obvias razones.

Ana J. dijo...

No termino de estar de acuerdo, FranCo. Sí que ha habido acercamientos previos al interior de Deborah, solo que tal vez no tan claros en relación a Sophie y su situación respecto a Purplestone, pero se había ahondado en sus sentimientos respecto a Jack (recordad el capítulo de Anabel)
La segunda lectura me ha parecido aún mejor, aparecen detalles que no resaltan tanto de entrada.
Me encanta que al fin sea consciente de que la tratan como una mera comparsa, un "correveidile", como bien dices, Amando. Es posible que esto la haga, entre otras cosas, reaccionar y la lleve a jugar otro papel en la historia.
Un abrazo muy grande a todos

Inma Vinuesa dijo...

Releido el capítulo, no tengo palabras para alabar tu obra, me encanta, por un lado como se nota que has disfrutado escribiendolo, te has metido tanto que la piel de Sophie que no me extraña que hayas acabado cojeando como ella. Una de las cosas más emotivas del capítulo para mi es la repetición en su mente del último momento de Amy, realmente esto es así, cuando un ser querido se muere en tu precensia no puedes parar de recordar ese momento...
Con respecto a las posibilidades que dejas abiertas con este capítulo, me sorprende muchísimo todo lo que nos permites al resto de las plumas, ahora es importante buscarle un apoyo a Sophie, nadie puede estar tan solo en la vida, ¿quién será su compañero/a en esta travesía?.
Nos has permitido a todos seguir conociendo a Deborah, todos intuímos que tarde o temprano se enfrentarán ambas, y ese momento será muy tenso, digno de una buena pluma como las que tenéis mis 6 compañeros.
Gracias Amando por este capítulo, es magistral, y aún tengo que leerlo y sacar muchas más cosas.

Flamenco Rojo dijo...

Pues releído el capítulo y los comentarios subsiguientes todo lo que encuentro ya está dicho…y si hay que comentar se comenta, pero si no aporto nada nuevo…en boca cerrada no entran moscas. Así que cazcaleando sobre la urdimbre de la novela quedo nada asendereado pensando en el anadear de Sophie y en pintar una grisalla a dos colores, que dicho sea de paso se me da mejor que escribir…Joder, como se aprende con los textos de Amando…No se podéis imaginar en más de un año leyéndolo cuantos palabros he tenido que buscar en el diccionario de la RAE.

Besos y abrazos serranos.

María dijo...

Flamenco, tienes razón, yo a la vez que abro el blog de 7 Plumas, en otra ventanita, abro el diccionario de la RAE. La de palabras nuevas que estoy aprendiendo.

Isolda Wagner dijo...

El estilo 'carabiano' impera hoy en este capítulo. Los no habituales, habréis de saber, que así denominó Flamenco Rojo a la rica escritura de Amando.
No hay duda de que su vocabulario es extraordinario, como la capacidad para transmitirnos una semana, día por día, de la vide de Sophie.
Tengo la sensación,-no sé qué pensareis los demás- de que estamos en el momento álgido de la novela, como si hubiéramos tocado fondo y de ahí en adelante, todo debe ir hacia la superficie en busca de la resolución final.
Y tal como ha terminado el capítulo, Sophie, aunque llena de fuerza (incluso paranormal) está sóla, que sepamos. Me ha encantado, cómo has descrito el
efecto que le prdujo a Sophie el eco del aroma del perfume de Deborah. Los olores, por tenues que sean siempre traen recuerdos.
Creo que me he enrollado más de la cuenta, resumo pues: CAPITULAZO -en palabras de Flamenco.
Y a sufrir esperando la próxima entrega.
Besos, de momento a favor de Sophie, uno para tí y otros seis.

Amando Carabias dijo...

Muy buenas noches a todos, y de nuevo gracias a todos por vuestras palabras que van a terminar por ponerme del color del plumaje del Flamenco.

Me parece que Ana J tiene razón respecto de Deborah, ya habíamos avanzado algo respecto de ella, sobre todo en dos capítulos en el de Anabel y en el tuyo número 19 cuando la cena en el Castillo de Edimburgo. Este es uno de los capítulos clave de la novela, porque además de avanzar en la trama, algunos personajes se nos empiezan a mostrar más humanos, es decir, más poliédricos, así Jack y Deborah, por ejemplo. Lo que luego será desarrollado por Marcos, por ejemplo, mostrándonos a un Viciosín bastante más humano, o a Inma que le dota de la categoría de protector de la familia más o menos. Es decir, el personaje de Donaldson ya había sido más matizado, mientras que Deborah, quizá, por su difícil posición y por su capacidad de camuflaje la teníamos un poco perdida.

Sí, Inma, he disfrutado con el capítulo. Durante un par de noches o tres he conseguido el silencio suficiente en mi interior, como para poder 'escuchar' los recuerdos de la madrugada del viernes de Sophie, ese repaso que hace de una semana tan dura para ella.
Si se mira con un calendario en la mano, y según tu propia propuesta, la acción comienza un viernes nueve de julio, mientras que hoy ha sido viernes veintitrés de julio. O sea, han pasado dos semanas y en dos semanas los sucesos se han acumulado ha velocidad de vértigo, por más que no nos demos cuenta de ello.

Siempre he creído, Flamenco, María que una de las misiones de los escritores es la de utilizar lo mejor posible la herramienta que tenemos. Es verdad que la riqueza léxica no es lo más decisivo, pero sí algo de lo que me apetece preocuparme. Y, por cierto, lo de anadear no es hallazgo mío, sino de Ana, que fue la que intodujo esa palabra en uno de los primeros capítulos de la novela. Dije entonces que me la apuntaba, y me la he apuntado. Cazcalear y asedereado se los debo a Trapiello, y grisalla a una exposición de arte barroco.

Isolda, respecto de lo que dices de la trama, no estoy seguro de que hayamos alcanzado ese lugar del relato al que te refieres, quizá aún no, pero sí estamos cerca. En todo caso, como se observa después de analizar los pensamientos y sentimientos de nuestra Sophie, hay muchas posibilidades y el tema puede estar aún muy intrincado. Por no hablar de los fenómenos paranormales, tal y como ya hizo María en uno de los comentarios de los capítulos anteriores.

Anabel dijo...

Después de todos estos comentarios, no me queda otra que repetir, me repetiré pues, como la cebolla en la noche.

Estupendo capítulo, admirado Amando. Son estos textos los que posibilitan que podamos denominar novela a nuestro proyecto. Ahondas en dos personajes y describes sus sentimientos e interioridades con una pluma ágil y certera, con una sutileza que sería envidiada por más de un psicólogo.

Haces un resumen de la novela como quien no quiere la cosa y relatas una semana (para llegar rápido al viernes) en un plumazo -nunca mejor dicho-.

Factura impecable, vocabulario rico, maestría en la descripción de personajes y sentimientos.

Necesariamente largo.

Enhorabuena.

Seguiré haciendo de cebolla: nuestros últimos 4 capítulos (si no cuento mal) se están convirtiendo en los mejores. ¿Será que ya hemos realizado el calentamiento? ¿Será que es ahora cuando deberíamos empezar el proyecto? Creo que nos dirigimos hacia el final de la novela con paso firme, unidad de estilo y calidad. Ya no tengo abuelas.

Saludos.

Amando Carabias dijo...

No estoy tan seguro Anabel de que se deba al calentamiento. Se trata más bien de una especie de retroalimentación que nos generamos uno a otro, así como con los comentaristas y que ya vamos conociendo a los personajes, e incluso la trama se aclara.

Dácil Martín dijo...

Extenso capítulo que, sin embargo, se hace corto al leer. Rico en palabras (ejem..., todos los días se aprenden algo o una palabra nueva)que llevan a una lectura casi poética.
A su vez este capítulo nos ha hecho un regalo bien envuelto, el recordatorio de la trama que encierra la relación entre Sophie y Deborah. Esto ha permitido tomar la perspectiva del gran paso que toma la novela: la confirmación de que Deborah no sólo se vende al mejor postor sino además, con ella, su alma: fue quien encargó el asesinato de Edward. Por esta razón cabe deducir que si a Sophie le pareció reconocer a Edward en la memoria del médium, ¿sería este el sicario contratado por Deborah? Si fuera el caso, entonces cabe preguntarse también la escalofriante idea de que fuese Deborah quien contratara al médium para que torturase a Sophie en la cárcel. Aunque esto último queda lejos de ser creíble, pues siempre preferimos personajes ni blancos ni negros. Tal vez la tortura fue un gesto directo de Purplestone.

Queda patente, no obstante, que tanto Deborah como Carlos son peligrosos.
Me ha gustado Amando. Enhorabuena.
Dejas además muchas posibiladades abiertas a lo próximos plumíferos.
Un abrazo

Amando Carabias dijo...

Muchas gracias Dácil, son las dos cosas que preténdía recapitular y dejar puertas abiertas y presentes...
De todos modos no digo que Deborah encargara el asesinato, sino lo que ya se había dicho en otro capítulo, exactamente esto es lo que digo:
"Sin embargo, en la última semana, el asunto había dejado de ser un volcán dormido, y había estallado en una erupción que amenazaba con llevársela por delante.
Haber recibido el encargo de ordenar el asesinato de Edward McCulligham había sido el pistoletazo de salida. ‘¿Alguien en su sano juicio creía que Eddy era un peligro para la organización, sólo por estar en la proximidad del Winston Hutton y haber coincidido con Sophie una noche?’ "

FranCo dijo...

Dácil, hablas y se habla de la peligrosidad de Carlos Escobedo, pobre hombre, si no ha matado ni a una mosca y tampoco apunta nada similar. Solo realizó un comentario de matar a Déborah

¿Quién no ha jurado en hebreo alguna vez y ha dicho lo mato, o la ahogo...?

FranCo dijo...

Amando, hablas del transcurso de la acción y con gran trabajo has realizado el calendario de la novela, pero particularmente yo no he visto o no me parece que la acción transcurra solo en dos semanas. Siempre he pensado que se desarrolla en un periodo más extenso de tiempo, por varias circunstancias: el crecimiento exponencial de audiencia del programa “La Dama de la Callejuela” es complicado que sea tan rápido, la alineación de los personajes en uno u otro sentido creo que llevan más tiempo, la consolidación de la amistad o los odios nunca es tan dinámica entre las personas, entre otras muchas cosas…

Yo le daría un planteamiento a la novela abierta a la interpretación de los lectores en el tiempo y no la encorsetaría. Los “cotos” cerrados siempre producen problemas y a la hora de escribir tendremos seguro algún problema de cierre, pues tendremos que cuadrar desenlace y tiempo. Una apreciación muy particular que posiblemente no compartirás, pues tras este capítulo en el que están tan presentes los días y el calendario, es difícil entenderlo.

Amando Carabias dijo...

Francisco, justo en el momento en que Deborah le ha revelado que sabe lo de su cuenta en Islas Caimanes... después de haberle afeado el tráfico ilegal con ciertos metales...
¡Un angelico!

Amando Carabias dijo...

Antes de nada una aclaración. El mérito del calendario es de Marcos, yo sólo subí su primera aportación y a partir de ahí he ido añadiendo cada capítulo a su fecha.
Yendo al fonde de lo que planteas. Es una explicación. No tengo nada que decir, salvo que tendríamos que cargarnos la cuestión de las fechas.
Hay un capítulo de Inma, ahora mismo no sé cual es de memoria, en que se da una fecha concreta, a partir de ahí todo va creciendo y existen múltiples referencias a momentos temporales concretos. Por ello en más de una ocasión he hecho referencia a la densidad de la novela y a que ocurren muchas cosas en poco tiempo, a pesar de que a nosotros nos parece que han transcurrido muchos días.
El crecimiento exponencial de la audiencia del programa, viene desde el principio, o así lo he entendido yo. Quiero decir, que cuando el programa aparece en la novela, ya está más que consolidado y tiene enganchada a la audiencia de los viernes por la noche.
Que yo recuerde sólo ha habido tres programas durante la novela, el que hemos cifrado en su primer día, el que comienza con el susto para Sophie de que alguien le suplanta y concluye con la negativa de Carlos Escobedo a un revolcón, y el que abandona de modo abrupto Sophie, tras subir a la antena "The masquerade".

FranCo dijo...

Amado referente al programa de radio, es evidente que de momento no es el epicentro de la historia y que no podemos transcribir cada viernes de programa, a no ser que sea fundamental para el desarrollo de la historia.

Vuevo a insistir y que es solo un punto de vista muy personal, que no veo la historia acotada a dos semanas. Yo la seguiré leyendo y escribiendo (siempre que no interfiera o desajuste) de forma intemporal.

María dijo...

EL TEMA DEL TIEMPO
Cuando conocemos a Sophie, ya tiene un programa de radio consolidado, de mucho éxito.
Nos la han presentado dos o tres días antes, vemos que es tímida e introvertida, que trabaja en una empresa que hace negocios con los japoneses, que su jefe es calvo y le cae bastante mal.
El programa se emite los viernes y ese día, nos deja acompañarla y ver en directo como lo realiza.

Pero Sophie, tiene un triste pasado, llenos de problemas, el principal, la desaparición de sus padres, hace diez años, por motivos que ella ignora, pero que intuye, que tienen que ver con el trabajo que realizaban.

En los siguientes días, vamos conociendo el entorno en que se mueve, la gente que la rodea, como a través de una investigadora, que con el tiempo se convierte en amiga, busca a sus padres.

Pero lo que Sophie, no sabe, es que esta en medio de un complot, en el que nadie es lo que dice ser.

Y así transcurre su día a día, en el que por boca de ella, o de las personas que la rodean, nos vamos enterando, de todo lo que se mueve a su alrededor y cuales son los intereses, que cada cual pretende conseguir.

El siguiente viernes, llega tarde al programa de radio, pues la noche anterior ha tenido una cena de trabajo, en la que por casualidad se encuentra con su amiga-detective, la cual acompaña al dueño de la emisora en la que realiza su programa y del que está un poco "colgada", pero éste, no sabemos muy bien porqué, no le corresponde.

Y vuelve a comenzar otra semana, que marcará para siempre la vida de Sophie, un amigo de su infancia es asesinado, ella es la última en verle, pues en el reencuentro, él la invita a cenar. Con motivo de la investigación, la policía, llega hasta ella y es detenida, para ser interrogada.
Durante el interrogatorio, sufre una terribles experiencia y para colmo, su abuela, con la que convive, a causa de su mala salud y el estrés, por lo sucedido, tiene un ataque y fallece, pero antes y con su último aliento, le confiesa a Sophie, el porqué de la desaparición de sus padres y la advierte, que está en peligro.

Todos estos acontecimientos, hacen que Sophie, recapacite y se de cuenta de la realidad de lo que la rodea, de que todos quieren algo que ella tiene y que no se puede fiar de nadie.

A pesar de que acaba de enterrar a su abuela, Sophie, como cada viernes va a la emisora, pero esta vez, es otra Sophie, se ha dado cuenta de que todos la están manipulando y ha dicho basta, quiere tomar las riendas de su vida y comienza enfrentándose al dueño de la emisora, por el que está "colada" y le pone las cartas boca arriba, éste, sorprendido por su actitud, opta por dejarlo pasar, ya que considera que todo es producto de lo ocurrido en los últimos días.

Así es como yo veo los tiempos, sin mencionar nombres ni datos de relevancia.

Ángeles Hernández dijo...

Completamente de acuerdo con Maria en el sunto de los tiempos: estamos leyendo una novela que transcurre (hasta el momento) en dos semanas: iniciada un viernes y terminada dos más tarde, pero los acontecimientos de estos quince días, tienen un antes y unos orígenes, que se remontan claramente al abuelo de Sophie, luego a sus padres y desaparición etc etc.

El resto de los personajes tiene también su pasado y su trayactoria personal que les hace tener un papel más o menos relevante.

En resumen, se trata de una novela que describe un periodo de tiempo muy largo, pero que transcurre en dos semanas -de momento-, dos semanas con una serie de acontecimientos extraordinarios, derivados de hechos previos que vamos conociendo.

FranCo dijo...

María, Ángeles, es muy gratificante que ustedes como lectores, tengan tan claro los tiempos en que transcurre la novela. Por mi parte estoy un poco perdido, tengo la impresión de que no transcurre en solo dos semanas.

Igual sería, tal como apunté, más conveniente no hacer tanto énfasis en las fechas y situar la acción, y dejar que el lector la sitúe. De cara a la escritura nos puede evitar muchos inconvenientes. Y de cara a los lectores evitar realizar esfuerzos de situación y de encajar tantas piezas del puzzle.

Isolda Wagner dijo...

No hay dos sin tres. De acuerdoo con Angeles y María. Hasta ahora está todo claro y es cuestión de seguir con un calendario delante.
FranCo, lo siento pero lo veo así.
Muchos besos para tí.

María dijo...

A ver, yo creo que el único marcador de tiempo que tenemos real, es el programa de radio, los viernes, eso sabemos que es así con seguridad, todo lo demás, ocurre entre medias, de viernes en viernes, hasta ahora, no se ha hecho mención de que Sophie, haya faltado a ningún programa, pero eso está en vuestras plumas.

Flamenco Rojo dijo...

A ver…ayer domingo, por la tarde, hice un ejercicio después del capítulo de Amando…Me leí los 33 capítulos del tirón ya que los tengo pasados a un Word…Tardé dos horas y pico. Conclusiones: Amena, distraída, inteligente, con una trama interesante, variada (se puede notar la impronta de cada pluma), con algún giro brusco (eso es normal por estar siendo escrita por siete plumas diferentes) y con relación al tiempo, totalmente correcto (de acuerdo con María, Isolda y Ángeles), es más creo que Amando la ha descongestionado un poco con su capítulo, le ha dado cierta holgura que la novela estaba pidiendo a gritos.

Inma Vinuesa dijo...

Flamenco completamente de acuerdo contigo, yo hice lo propio con la novela la semana pasada, llegué a la misma conclusión que tú, es amena, y se lee con más facilidad de lo que parece, leer de un tirón todos los capítulos de vez en cuando te vuelve a situar y aponer las cosas en su sitio. También creo que estos últimos capítulos la están elevando más, la han despertado de un pequeño aletargamiento que empezaba a notarse.
Yo creo que está en un buen momento la novela, creo que Marcos nos va a hacer disfrutar como siempre de su inteligente ironía, y que este proyecto está más vivo que nunca.
Un abrazo muy fuerte de esta 7º pluma.

Ángeles Hernández dijo...

A mi parecer, Amando esta vez r-e-c-a-p-i-t-u-l-a la última semana de la vida de Sophie de la que conocemos algunos hechos y consecuencias, pero no los mecanismos internos de su YO, para dar ese vuelco en su manera de actúar y de SER que ya no tienen marcha a atrás.

En efecto nos encontramos a una chica sobreprotegida y al parecer débil, de 25 años, cuyo amigo muere asesinado, que es encarcelada por tal causa (y vejada sin explicación aparente), que se queda sin abuela pero con su esclarecedor testamento verbal, que teóricamente debe huir muy lejos pero que decide tomar las riendas de su vida y ,practicamente, ser OTRA.
Eso lo descubrimos cuando , en su programa radiofónico se enfrenta a Carlos y cambia el guión.

Todos lo veníamos intuyendo y al fin se nos confirmó: el gorrión se convirtió en águila. Pero los mecanismos internos de su cerebro, sus reflexiones, pensamientos,emociones, nos las ha descifrado Amando , día por día de los siete. Además de mostrarnos que SOPHIE quería y confiaba en Deborah, pero que su FINO OLFATO le ha hecho descubrir que no es de fíar.

Todo en orden. Y como yo tanto deseaba, la protagonista se reivindica a sí misma como tal.
.......................................

A pesar de lo difícil que es imprimir todos los capítulos ( siempre me salen líneas de dos centímetros cuando lo intento, a ver si alguien...) creo que evoy a intentar una relectura como la que ha hecho Flamenco. De paso aprovecho para relajarme pues no he de estar pendiente de qué va a pasar en la página siguiente.

Muy bien todos, tanto plumas como comentaristas. Esto no hay quien lo pareeeeee.

Amando Carabias dijo...

Si supieráis... Me estoy frotando las manos, por la satisfacción que me produce este debate.
FranCo, tu sabia intervención ha conseguido un diálogo intenso y constructivo. Muy constructivo.

Si permitís que generalice...

"Cinco horas con Mario" de mi admiradísimo Miguel Delibes transcurre en cinco horas. Reales. Medidas casi por su autor, que se mete en la cabeza de la protagonista y construye una novela que es un monólogo interior que luego se llevó a las tablas. Para nuestra generación Lola Herrera es la única posible protagonista de la adaptación...
Y sin embargo en esas cinco horas, la protagonista recuerda toda la vida en común con Mario, su marido, y no son pocos años.

Ahora salvemos, por favor, todas las distancias. ¿A dónde quiero llegar? Una cosa es el tiempo 'cronológico' de la novela y otra todo lo que está sucediendo en ese tiempo, pues ocupamos páginas con reflexiones, diálogos, flashback, pesadillas, descripciones.
Como vengo sosteniendo desde hace algún tiempo, uno de los problemas de la escritura de la novela es que puede llevar muchos meses escribir sobre una sóla semana. Se pierde la perspectiva.

De todos modos, creo que no es lo más importante la cronología, es más, las referencias que se hacen a ella, aunque ayudan y ayudan mucho, no son vitales para su devenir, al menos de momento...
Si Marcos, por ejemplo, comienza su próximo capítulo: "Pasados unos meses...", esta cuestión se habrá resuelto.

A veces, de todos modos, estas cuestiones son muletas que los lectores necesitamos para no perdernos, para no tener la sensación de que se flota sin poner los pies en la tierra, aunque, y en esto tienes razón, pueden atar excesivamente.

Gracias, de nuevo, a todos, por vuestras palabras y por vuestro esfuerzo... Es una suerte contar con lectores como vosotros...

Ángeles Hernández dijo...

Buen ejemplo Amando el de "Cinco horas con Mario". En teatro se utiliza mucho la tácnica de rememorar el pasado, contar historias e incluso aprovechar las habladurías, para dar información de asuntos transcurridos fuera del escenario (en tiempo y en espacio).

Amando Carabias dijo...

No estoy de acuerdo con los encasillamientos, sobre todo por ser reductores; pero a veces conviene llegar a algún tipo de entendimiento.
Esta novela no se puede catalogar de novela negra (al menos todavía no lo sabemos), pero parece que va tomando cierto cariz hacia ese tipo de narrativa (de la que he sido voraz lector).
¿Parece que no viene a cuento de nada lo que digo?
Es probable, pero quizá nos ayude en algo (o quizá no) el artículo que acabo de leer:
Pinchad aquí, es de El País como comprobaréis.

FranCo dijo...

Tengo que felicitar a aquellos lectores que son capaces de leer la novela completa desde el principio. Merecen la categoría de “grandes” lectores. Particularmente nunca he podido leer una novela por segunda vez y solo he visto una película dos veces (La Vida es Bella). Cuando ya sé quien es el asesino, tengo la sensación de que puedo emplear el tiempo en otra cosa.

Felicidades y me llena de alegría que el concepto de la novela cambie con una lectura homogénea y continuada.

Ello me da que pensar si en la edición impresa sería aconsejable introducir los comentarios, aclaraciones y documentación adicional que se está recopilando en este proyecto. Si no realizaría lo que se llama interferencia en el ambiente y la imaginación del lector. Pregunta al aire.

FranCo dijo...

Cazcaleaban, urdimbre, barruntara, grisalla, anadeo, pituitaria, acrecer… ¡Más debate¡ Amando, tras los halagos por tu capítulo, prometí ponerle algún pero.

Algunos lectores realizan manifestaciones muy positivas en cuanto a introducir vocablo poco usual en los textos y que tienen que leerlo junto a un diccionario.

Lo siento, difiero de ese estilo.

Comunicar, transmitir, contar… es el objetivo de la escritura y no poner frenos. Siempre que exista un adjetivo, sustantivo o verbo a emplear que cumpla la misma función y no desluzca el texto, ¿Porqué tenemos que complicarnos? ¿Parece uno menos culto empleando palabras simples? ¿No es lo mismo emplear: Vagaban, intriga, supusiera…?

Debatamos. O mejor dicho: Discutamos.

Amando Carabias dijo...

A mí me pasa lo que a ti, y quizá estemos en un error, FranCo, porque en las relecturas aparecen matices que enriquecen y dotan de más sentido lo previamente leído o escrito. Repito, soy como tú en eso. Y sobre lo que preguntas:
Respuesta sin pensar:
Tal y como va la cosa o se hace a lo "Rayuela" y en ese caso respetaría escrupulosamente la cronología del blog, o, lo contrario. Después de la novela un apéndice, como un make in off de la novela donde se incluyan los comentarios (una selección), artículos de Experiencia paralela, documentación, músicas, etc...

Amando Carabias dijo...

¿Es un freno enriquecer el léxico, cuando no se inventa, sino que se usa una palabra que existe en el diccionario y es usada por otros?
No estoy de acuerdo, Francisco.

"Comunicar, transmitir, contar… es el objetivo de la escritura", dices, y estoy total y absolutamente de acuerdo. Esta es nuestra misión. Para ello tenemos una herramienta un material. Como el músico ha de usar de las notas musicales y de los ritmos, el escritor se vale de las palabras y de la sintaxis. Mucho más importante para la comunicación es es la sintáxis, desde luego, pero tenemos las palabras. Y en las palabras está nuestra materia prima.
En el proceso de transmitir, según mi criterio, no sólo está el significado primero, sino que quizá se busque algo más, una connotación semántica que ahonde el sentido de esa transmisión, precisamente.
Cuando Ana J., por ejemplo, rescató del diccionario el verbo anadear para describir el caminar de Sophie, automáticamente nos dibujó con precisión (aunque primero tuviéramos que acudir al diccionario www.rae.es) la silueta de nuestra protagonista mientras se desplaza.
Ahora sé que sonará a petulancia, pero ninguna de esas palabras las busqué a conciencia, están en mí con naturalidad. Ayer, por ahí estará dicho en algún comentario, expliqué cómo habían llegado hasta mí; añado, por ejemplo que barruntar es una palabra que se usaba en mi casa y la sigue usando mi madre (que no sabía leer hasta que la enseñé), grisalla es un estilo de pintura del barroco, creo. Cazcalear, por ejemplo, el diccionario la define como coloquial, a nuestro pesar...
Siempre he sostenido, y lo he hecho en público y con artículos que una de las tareas del escritor es la de enriquecer el lenguaje, intentar sacar a pasear (no sé anadeando o cazcaleando) palabras que se nos pierden lastimosamente, que son de este idioma y preferimos enterrar, cuando no sustituir por el idioma del imperio.
Una de las primeras reglas que aprendí relacionadas con la escritura es evitar en lo posible la repetición de la misma palabra con cierta proximidad. Para eso están los sinónimos, los pronombres, los indicativos...
Es mi opinión, repito. No pretendo llevar la razón, pero si existe una palabra que se usa (aunque sea poco frecuente, pero se usa) y aporta matices que enriquecen su significado, creo que esa palabra es preferible a la otra, precisamente porque nuestra tarea es la de contar, transmitir, comunicar.

Ángeles Hernández dijo...

À mon avis:

Yo sí he leído algún libro más de una vez y si la distancia en el timepo ha sido larga me ha sabido a gloria. Los matices casi nunca los pillo a la primera.
Recuerdo especialmente:"El amor en los timpos del cólera", "la Regenta", "El túnel" o "cien años de Soledad". También los relatos, por supuesto. Es cuestión de gustos y por supuesto del tipo de novela.

En cuanto a la manera de editar la actúal, mi opinión es que tal y como va está muy bien; ya se han ido haciendo algunas correcciones sobre la marcha cuando algún dato no cuadraba.

Yo no pondría los comentarios junto con la novela -creo que distorsionarían mucho al lector, son reiterativos y muy específicos- pero sí un apéndice con los datos geográficos, los datos bibliográficos, y los musicales.

Por si sirve de algo cómo lo veo yo desde fuera.

FranCo dijo...

Angeles es evidente que encontraremos nuevo matices en una segunda lectura si la primera fue por obligación y de jóvenes. Como suele ser habitual.

En cuanto a la edición de la novela, la idea no es martirizar a los lectores con los comentarios reiterativos. Había pensado rescatar de cada capítulo solo cuatro o cinco que aportaran algo interesante.

María dijo...

Mi opinión sobre los temas a debate.

1º- La publicación de la novela, yo la dejaría como cualquier otra novela, de tirón vaya, y al final a modo de apéndice, todo lo que queráis poner.

2º- Lo siento, pero soy una enamorada de las palabras, que apareciendo en nuestro diccionario, están cayendo en desuso, por comodidad, ignorancia, incluso porque no sabemos donde meterlas dentro de un texto. A este respecto me llama la atención, lo fácil que resulta leer palabras inglesas, (todas acabadas en "ing"), en cualquier sitio, cuando existe su equivalente castellano. Y no me importa, si alguna vez, he de usar el diccionario, que para eso está.

3º- Yo si he leído un libro más de una vez, y no hablemos de películas, hay una en concreto, que me se hasta los diálogos.

Dácil Martín dijo...

Me encanta, me encanta, como suenan las palabras nuevas en el capítulo de Amando. Saben a esencias, a antiguo, a tesoros guardados hasta ahora en el baúl de las memorias de palabras ricas y sabias. Estoy de acuerdo que el lenguaje estandarizado es frío, pobre, globalizado. Expresiones como: saltó en cólera, nada más lejos de la verdad, rasjarse las vestiduras, armas rojadizas, etc, actualmente son muy usada por periodistas, políticos, técnicos, jurístas... De modo que llega un momento que muchas de estas expresiones, frases, palabras, pierden su original intensidad, y se convierten en vagos usos de las mismas.
Con las malas palabras, ocurre algo similar, según quien las diga, el como, el momento; puden resultar de lo más grosero o la mayor de las gracias.

Por otro lado, a tu pregunta Francisco, de aportar a la lectura de la novela los comentarios dados a cada capítulo, bajo mi punto de vista, pudiera resultar contraproducente. Supongo que también dependerá de la parte del libro donde los añadas. En mi caso, me fastidiaría que la lectura de una novela se viese interrumpida continuamente por comentarios. No obstante, podría pensarse una manera práctica para que los comentarios más interesantes consten o se citen en libro que sustenta la novela, así como también las bandas sonoras vinculadas a los capítulos. No sería mala idea que la novela anexara un cD con la recopilación de la música o, simplemente, el link donde figure toda la información complementaria a la misma desde sus inicios, y el que tenga curiosidad por consultarla disponga de ella.

Abrazos

Isolda Wagner dijo...

Creo que me apunto a la idea de Dácil. Un anexo en la solapa-carpeta final del libro y un CD, sería una fantástica idea.
¿No sabéis que los deseos se cumplen?
No discutais por las palabras; todas aportan y vienen bien al lector, sean las que sean.
¡¡¡¡Hay que mirar más lejos, al novelón!!!
Por cierto, ¿y el título? Tengo los capítulos en word, bajo el nombre de Sophie, pero habrá que estrujarse un poco las meninges, no?
Besos.

Inma Vinuesa dijo...

FranCo, eres un hacha lanzando comentarios que suscitan diálogos entre todos, me parece interesante lo que se plantea en estas cuestiones.
Con respecto a añadir los comentarios más oportunos en la novela estoy con Dácil, creo que la interrupción de los capítulos haría abandonar en muchas ocasiones al lector, se pueden hacer referencias de los comentarios que existen y adjuntar un anexo a la novela, así el que está interesado solo tiene que ir al apartado comentarios e investigar. Lo del CD también me parece fantástico, creo que le daría originalidad, hay pocas novelas que adjuntan banda sonora.
En cuanto a las palabras poco usuales, yo creo que todo está bien si lo usamos en su justa medida, los abusos pueden llegar a cansar también al lector teniendo que ir constantemente a la rae para buscar significados, pero usadas con moderación sin duda que dignifican el texto, y adorna de una sutil profesionalidad al que escribe.
Un abrazo a todos.
Inma

María dijo...

Como se trata de debatir, pues allá vamos.
Lo de incluir un Cd. con las canciones, está bien, pero perdonad mi ignorancia, éso como se hace, me explico, yo estoy leyendo, y cuando voy por el párrafo en que Sophie se pone a cantar a voz en grito, para ahuyentar el miedo que le produce pasar cerca del callejón obscuro, yo dejo el libro y me cojo el reproductor de Cds. y escucho la canción que me indicáis que está cantando.
Ya se que el ejemplo es un poco extremo, pero si no, ¿que hago?, termino la novela y escucho el Cd. tratando de casar las canciones con su momento.
Yo desde luego no lo haría, si comprase una novela, que llevase adjunto un Cd. con las canciones.
En cuanto a los comentario o aportaciones de los no plumíferos, simplemente, al final, haría mención de que en esta novela, además de las 7 Plumas, han participado los lectores o seguidores del blog. Tampoco se trata de añadir, todos los comentario, a veces tontorrones, que hacemos.
De esta novela, independientemente, de que al final salga mejor o peor, lo realmente importante es que ha sido escrita por siete personas distintas a la vez.

Ángeles Hernández dijo...

Siguiendo con la conversación me gustan las palabras no habituales porque me gusta adivinarlas por el contexto y la etimología, también porque "odio" las repeticiones.

sin abusar claro, sobre todo teniendo en cuenta que el vocabulario medio de los aquí no debe ser especialmente pobre.

Ya hay dos propuestas de título: Sophie, La dama de la callejuela, y yo propongo "Siete plumas". Sophie me resulta un tanto insulso, lo de la dama, (ya lo dije) demasiado revelador desde el principio y tampoco es la esencia de la novela, au8jque sí revela a la verdadera protagonista.

Con siete plumas no se adelanta nada sobre el contenido pero sí sobre el proyecto, y suena muy bien. Otros posibles: "La sensibilidad de Sophie", "Sola con sus fantasmas", "Purplestone" ( o algo relacionado con sociedades secretas y secuelas), "¿Dónde se han ido mis padres?. En plan Braim storm podría seguir diciendo pero no me parece estar hoy muy inspirada.

Bien por la idea de novela escrita y CD con música y apéndices.

Ya hapublicado Marcos; Vamos para allá.

Un saludo a todos y abrazos también Á

Anabel dijo...

¿Llego tarde?

De todas formas, dejo mi opinión al respecto de algunos temas:

-TEMA TIEMPO: estoy totalmente de acuerdo con Amando. El poder ajustar perfectamente las fechas a la trama no es necesario realmente, pero ayuda al lector a situarse y da un toque de maquinaria de relojería a la novela (aunque no sea éste un toque buscado). Además, la novela puede situarse en un tiempo real de dos semanas -o lo que termine siendo-, pero hay flash backs e historias del pasado que dan la sensación de alargar el tiempo real. Por eso se puede dar tanta información en tan poco tiempo.

-VOCABULARIO: vuelvo a estar completamente de acuerdo con Amando. El escritor ha de saber manejar una lengua. Introducir vocablos poco comunes no significa que se peque de exquisito o de snob o de cualquier otra cosa. Hemos de utilizar nuestra lengua que es enorme y muy rica. Podemos transmitir exactamente o, incluso, mucho mejor haciendo uso de toda la herramienta que nuestra querida lengua nos proporciona. No creo que sea excesivo el número de vocablos que nos parecen cultos o, al menos, extraños. Obligar a consultar un diccionario no es nada deshonroso.

-EDICIÓN LIBRO: ya he dicho en alguna otra ocasión que yo concibo este libro como un álbum. No me repetiré para no ser pesada ni alargar mucho este comentario. En ese álbum iría la novela, de un tirón y, en unos anexos comentarios, mails, información, datos, fechas... Respecto a lo del CD me parece buena idea. Laura Esquivel en su novela “La ley del amor” incluía un CD con la música que ella pretendía que el lector escuchara en determinados momentos de la novela. Ella marcaba de alguna manera en el libro qué pieza musical había que escuchar en ese fragmento determinado. La ida era buena, la novela, no tanto. Desde luego nada que ver con “Como agua para chocolate”. En fin, que ya está todo inventado.

Ya vale por hoy.

Anabel dijo...
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