Tengo que confesaros que lejos de parecerme una labor ardua y dura corregir los capítulos, está siendo otra experiencia muy interesante.
Estoy comprobando como la calidad de los capítulos ha ido incrementando de forma exponencial, reconozco que los primeros han tenido que sufrir algún cambio de frases, han sido amputados por algunas esquinas e incluso han tenido que ser pulidos con una lima -con una del nº 3 ha sido suficiente no os asustéis-, alguna que otra arruga que se veía fea en la piel tersa de esta joven novela.
Ya le he pasado religiosamente a nuestro corregidor, que es el mejor, por si no lo sabíais aún, cuatro capítulos. En el primero me agobié muchísimo e incluso le dije a mis compañeros que como no me habían echado en el primer párrafo, pero conforme vas viendo la perspectiva global de la obra y empiezas con el baño, la crema, el perfume, que si la peinamos de pelu, un rímel por allí y unos coloretes por allá… ¡tengo unas ganas de ver el resultado final en mis manos!
Que esto me sigue gustando mucho, pero mucho… y que lo quería compartir.
5 comentarios:
No sabes cómo me alegro porque para mí es una tortura solo pensarlo.
Me aburre hasta el infinito tener que releer lo que ya sé que he escrito.
Creo que no puede haber una labor más tediosa en la vida salvo, tal vez, escribir un diario con lo que ya sabes que te ha pasado.
Ya sé que casi todos discreparéis de mí, en lo uno y en lo otro pero, qué le voy a hacer, si es que me horripila.
Besos a todos
Cuando publiqué (autopubliqué) "Cuentos de Euritmia", estaba hasta las mismas narices de corregir, quitar, poner... Al fin el tocho fue a la imprenta, una vez que mi hermano acabó su parte de curro. Yo tan tranquilo, a la espera de tener el libro entre las manos. Y una tarde va y me llama (mi hermano) y me dice: tengo las galeradas, para que las corrijas...
"Pero si ya está supercorregido", contesté. "Que no, que no", me dijo. "Tienes que volver a leerlo... Al fin y al cabo es tu libro". Ante semejante comentario no me quedó más remedio que agachar la testa, tomar los folios, sacar a pasear el bolígrafo rojo y otra vez a la tarea... Pues sí, aún cambié cosas (no sólo erratas, que las había)...
¿Creéis que fue suficiente?
Algunos tenéis el libro, vosotros diréis... Yo desde luego cambiaría más cosas aún.
Así que compañeros, no es que me quiera poner pesadito, pero sigamos.
Inma acaba de dar fe de que tampoco es para tanto. Es preferible ir poco a poco, que luego vienen los atracanos y uno tiene sus límites, ejems.
A ver chicos, cuando hay que revisar y modificar se revisa y se modifica…Pero decía mi profesor de pintura que tan importante era saber pintar como saber cuándo tenías que parar de pintar…Venga a dar toque y toques y así te puedes llevar varias semanas (lo digo por mis “cuadros”)…Lo dicho si hay que revisar se revisa pero revisar por revisar po no. Ea, ya os he “arzobispao” por hoy (apunta el palabro Catherine).
Un abrazo.
Amando cocinando, Inma peinando, Flamenco arzobispando y Ana horripilada....
Ánimo para pulir queridos Plumistas.
Besos para todos.
Cuando la novela esté en la calle no os acordaréis del tiempo empleado y os podéis char las manso a la cabeza si con vuestra firma aparece alguan bobada que se ha escapado.
Así es que, yo no arzobispo que eso solo lo puede hacer Flamenco que para eso es especial, pero animo a los remisos y les aseguro que se van a sentir muy bien a medida que vayan avanzando.
que como dice el hermano de amando. ES VUESTRA NOVELA Y ES UNA PRIMICIA.
ADELANTEEEEE.
Y un abrazo a todos, que se os echa mucho de menos Á.
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