12 dic 2010

Ha sido un mes hermosísimo


El día 6 de noviembre, Marcos Alonso publicó el capítulo 55 de Oscurece en Edimburgo, o sea el último capítulo de la novela. La primera novela escrita por siete escritores como si jugaran a la gallinita ciega. A partir de la primera ocurrencia de Inma Vinuesa, en total doscientas veinticuatro palabras, se escribieron cincuenta y cinco capítulos que han obrado el milagro de crear una historia con sus lugares, personajes, peripecias, aventuras, reflexiones, diálogos, muertes, pasión, amor, intriga, celos… Todos quienes habéis leído la novela sabéis que no miento.
Parece que ha pasado mucho –tal fue la intensidad de la experiencia comenzada por el mes de abril-, pero después de un mes y seis días os podemos anunciar que la primera fase de la corrección está concluida.

Ha sido un mes hermosísimo.
Y esto es lo primero que quería decir.
He trabajado duro –es cierto-, pero me lo he pasado en grande. Mis compañeros, antes que yo, dieron vueltas a sus capítulos y sin cambiar sustancialmente nada de lo publicado, ya que la primera consigna es no traicionar el espíritu de lo que nació en este blog, pulieron aquellos posibles despistes o errores que se pudieron cometer durante el directo…
Durante este mes y seis días (aunque no con tanta intensidad) este blog ha seguido manteniendo su llama, ha continuado creciendo con nuevas aportaciones, sugerencias, confesiones. Todos seguíamos atentos al proceso.

A mí me llegaron verdaderos bombones por parte de mis compañeros a los que sólo he tenido que peinar y retocar. Casi nada.
A cambio, he leído del tirón un par de veces la novela. Y si eso es una gozada para mí (después diré que no leo) también ha sido un descubrimiento más profundo de sus personas. Y quizá lo que era un riesgo, se ha convertido en el mayor activo de la novela.

Y antes de hablar de literatura (perdón por la exageración si alguien se ofende), quiero hablar de la sangre que corre por las venas de estas maravillosas personas. He descubiero (por si no hubiera tenido suficientes pruebas en los meses de atrás) a seis personas dotadas de una sensibilidad exquisita, y de un corazón de oro; seis personas que han puesto todo lo que han podido de sí mismos y se han volcado en cuerpo y alma con un proyecto que parecía una locura. (A mí nunca me lo pareció, pero quizá es que yo estoy muy loco).
Sin duda el momento álgido de este proyecto fue el viaje a Zaragoza donde gracias a la iniciativa de Anabel Consejo, además de conocernos entre nosotros conocimos a otras dos personas fantásticas (Pilar Aguarón y José Antonio Frades) que nos ayudaron, sobre todo Pilar aquella noche maña, en que se decidió quién y cuándo acabaría la novela. Se hablaron de más cosas, pero sólo se decidió eso.

Cuando una coral canta bien, el espectador diferencia las voces de los tenores, los barítonos, los bajos, las sopranos, las mezzosopranos, las contraltos, pero cada timbre de voz y cada melodía funcionan porque se empastan (y esta es la palabra clave, además de técnica –algo sé, aunque poco-) y queda un todo uniforme, homogéneo pero enriquecido en la pluralidad singular de cada uno. Igual valdría para una pieza sinfónica.
Pues bien, eso en literatura es más bien escaso. Pocos ejemplos existen al respecto, y menos aún, cuando una pieza surge –volviendo al símil musical- desde la improvisación.

Sé que no soy objetivo –ni lo pretendo-, pero así sucede con el resultado final y global de Oscurece en Edimburgo. Como en las buenas novelas de misterio –y esta tiene algo de eso- al principio se dan pistas, de ofrecen datos al lector, se sueltan hilos, que de pronto en otro lugar –ya próximo al final- de pronto se recogen y se explican. Y no necesariamente el mismo autor que se le ocurrió la primera pista la acaba desarrollando (eso es más grande aún). Como en la mayoría de novelas que se precien de ello, la evolución de los personajes –al menos de los principales- es constante y se llena de matices hasta convertirse casi en personajes de carne y hueso, tan poliédricos y matizados como nosotros mismo. Como en las novelas de aventuras –y también tiene algo de ello ésta- a los personajes les suceden cosas que en apariencia sólo transcurren en las páginas de un libro. (Claro que si uno lee la prensa, algunos días queda bastante sorprendido con ciertas historias que allí se cuentan: y resulta que Wikileaks –durante la escritura de la novela, a los pocos días de meterlo Dácil Martín en nuestra trama- habla de los ejércitos privados de seguridad y de su papel en Irak, y meses después se descubren conversaciones que han llevado a que fuertes empresas abandonen suculentos negocios en determinadas zonas del planeta).

Pero si todo eso es extraño -por infrecuente-, no es menos extraño que además, los primeros lectores del texto, los que habéis leído según se publicaba en este espacio intangible, influyan en el devenir de los acontecimientos e iluminen o abran puertas a los escritores, o, en algún caso, alerten de posibles errores o despistes.
Ahora dirán mis compañeros qué pasos tocan dar (sobre todo Francisco Concepción y Ana Joyanes, por razones obvias), pero quería compartir con los lectores de este blog estas sensaciones, que ya he hecho públicas en más de una ocasión, pero cada vez más firme en ellas, por cuanto ahora sí, he leído una primera versión de la novela que, acaso sea la definitiva.

17 comentarios:

Amando Carabias dijo...

¿Ves Marcos lo que te decía de la impaciencia esta mañana?
Los que habéis leído el artículo en el correo electrónico, sabed que está corregido. Poco, pero algo... Ay, mi impaciencia.

PilarA dijo...

Estoy deseando leerla de un tirón. El azar me ha hecho formar parte de manera circusntancial de esta historia. Yo creo que aquel sorteo estuvo marcado por el destino, Marcos tenía que ser el que pusiera el final a esta historia, no podía ser de otra manera. Estoy segura Amando que has hecho un trabajo exquisito, eres un pedazo de escritor, de esos que hay que quitarse el sombrero y hacer una reverencia... a ello me pongo.

Flamenco Rojo dijo...

Aquí un "plumigo" agradecido...Ya tengo ganas de leer la novela de un tirón escuchando la banda sonora.

Un abrazo.

Anabel dijo...

Nunca hubiéramos encontrado un corrector como tú. Te necestitábamos a ti para darle el toque final y definitivo a la novela. Nadie podía hacerlo, nadie. Y de eso estoy segura.

Sé que ha supuesto un gran esfuerzo por tu parte, sé que no se te podrá agradecer lo suficiente, sé que has hecho un gran trabajo.

De momento, te va un beso,

Anabel

Ana J. dijo...

Amando, sigo maravillada de tu capacidad de trabajo y del entusiasmo contagioso que derrochas.
Me ha emocionado, de nuevo, ver plasmada en "papel" nuestra experiencia común y verla a través de tus ojos.
No sé cómo agradecerte el esfuerzo ingente que has realizado, la generosidad con que lo has abordado y con que recibes nuestras aportaciones.
Es todo un lujo y un placer haber compartido contigo estos meses que, como apunta FranCo, esperemos que no sea el único.
Un abrazo muy grande, escribidor, amigo

FranCo dijo...

Amigo y socio Amando, leyendo tu post, leía y leía y tras cada párrafo quería cuanto antes comprar esa novela de la que me hablabas, ese producto literario fraguado en el hormigón de la pasión literaria, de la amistad y del experimento, una fórmula que parece infalible y perfecta.

No me he visto como parte del proceso de su creación, quiero ser lector.
Gracias por tu trabajo, por tu ciega entrega al mismo.
¿Me pregunto si segundas partes serán buenas y se quedarán ánimos para ello?
Yo tengo muchas ganas.
Puede que febrero sea un mes bonito.

Amando Carabias dijo...

Yo diría, Pilar que si no se hubiera dado tu presencia "circunstancial", también todo hubiera sido bien distinto.

Cuando llegue ese día, Flamenco, se demostrará que para cumplir los sueños, además de ponerse manos a la obra, es necesario contar con personas que respalden tanto como tú lo has hecho en este proyecto.

Anabel es un buen sueldo, te lo garantizo.

Ana, a mí si que me ha emocionado leer otra vez la novela. Y tu último capítulo, me volvió a poner los pelos de punta. Ahora te queda lo que te queda. Ejems.

FranCo, todo lo que he dicho lo siento de todo corazón. No he utilizado ninguna técnia de venta, soy malísimo para vender. He dicho lo que sentía. Pura subjetividad, pero es lo que hay.
Febrero está a la vuelta de la esquina, pero a mí me hace ilusión.

Inma Vinuesa dijo...

Mi querido genio de este arte al que todos amamos. Gracias, por hacer que este sueño se haga realidad, por aportarnos todo lo que nos has aportado (hasta has hecho nuestros a tus fieles seguidores y los has compartido con gusto) gracias por el trabajo incondicional que has hecho.
Y sobre todo, gracias por ser amigo mio, por ser amigo de todos.
Ya he empezado la lectura de la novela corregida, estoy emocionada de ver lo que hemos podido llegar a hacer.
Un abrazo

María dijo...

¡Qué nervios! Seguro que las correcciones, o mejor retoques, habrán hecho de la novela, "LA NOVELA" del año, ¿Por qué no?, para las 7 Plumas, para el montón de plumicas, que hemos estado esperando con ansiedad, cada capítulo, para los montones de seguidores, es sin duda un gran momento.

Tu trabajo, conociendo tus escritos, seguro será perfecto.

¿Qué más queda por hacer? Chicos estamos impacientes.

Gracias Amando.

Ángeles Hernández dijo...

Esto es un sueno que se nos cumple basado en el entusiasmo de una genial idea de FranCo, un trabajo que poco a poco se ha ido hilando por siete escritores entusiastas y al fin, la música termina sonando como una sinfonía acompasada y con mil y matices dirigida y matizada por la batuta de Amando .

Los que hemos asistido a la creación de cada uno de lis compases estamos deseando poder paladear el conjunto.

Habláis de febrero , supongo que entre vosotros ya tenéis fecha ,es un secreto?. Existe alguna posibilidad de no tener que esperar hasta entonces para poder ya leer " oscurece en Edimburgo" en su versión definitiva.

Enhorabuena a todos y gracias a Amando por este mes (te hemos echado de menos por otros lares)


Por favor tenednos al tanto a esta cla incondicional , que como los buenos amigos se siente un poquito implicada en esta obra.

Seguimos en contacto. Un abrazo a todos desde mi tribuna de observadora y desde mi enorme admiración . A.

Isolda Wagner dijo...

Como todos le conocéis, no aporto nada nuevo a vuestros comentarios. Sólo decir que el entusiasmo y su propia conciencia de que habéis escrito La Novela, es contagiosa. Ha trabajado sin parar, -como si le sobrara el tiempo- y el hecho es que los plumigos, (¿Flamenco, existirá el palabro?) estamos deseándo leerlo de un tirón.
Y todo gracias a una idea loca de FranCo y a seis locos que le siguieron.
Besos, hoy sí impacientes.

Marcos Alonso dijo...

Este hombre es increible, ¡qué capacidad de trabajo y de sacrificio!
Quizá no sea buena idea lo que has hecho, porque, y me refiero solo ¿vaya ya empezço la historia de los acentos y los signos? mi caso, me malacostumbra a tenerlo todo hecho. Creo que ya no sabría que hacer sin la ayuda de mis compis. A mí me ha servido muchísimo para aprender y madurar, y contínuamente me hacen propuetas de mejoras y correcciones. No sólo los 7 plumas sino de forma más extensa todos los plumigos, como, por citar un ejemplo, mi amiga Ángeles Hernández. Tanto Ana como Amando me instruyen contçinuamente, creo que a eso no le pasa ni al rey, ¨¨Quçe lujo+
Bueno esto de los signos y acentos es un cachondeo, asçi que sigo en otro momento el comentario. grrrrrªªª Juro que no estoy borracho ¿Al menos no del todoªªª Quiero mi MACCCCC

Marcos Alonso dijo...

A ver ahora... Si, si , uno+ si unoç dos, uno dos+ Nada que no vaªª
Otra toma falsa.

Isolda Wagner dijo...

Me río Marcos, porque eso me pasa a mí por lo menos un par de veces todos los días. ¿Por qué? Ni idea. El teclado se vuelve loco e improvisa. Ya tienes tema para un relato. Las teclas que van por libre, jaja.
Besos y reinicia, como siempre.

Amando Carabias dijo...

Ser amigo vuestro, Inma es sencillísimo. Ser amigo de quienes no se sienten ombligos del mundo y se ponen manos a la obra con tanta ilusión -como tú, sin ir más lejos- es lo natural. Lo mismo me lleva ocurriendo desde hace dos años, y la prueba son estos comentaristas que prácticamente no nos han abandonado desde el primer día.

Ay María, la NOVELA DEL AÑO. Va a ser que no, pero estoy seguro que pocos escritores habrán gozado menos con la escritura de su obra como nosotros con ésta. Desde luego para nosotros ha sido la novela del año, no lo dudes.

Sólo una matización Ángeles,no he dirigido nada, ni siquiera en un ensayo. Sólo, si quieres, he armonizado algunos compases. Repito, como he escrito en la entrada, que la idea motriz de esta parte del trabajo es NO traicionar lo publicado en el blog. Por tanto las correcciones han sido mínimas.

Me malcrías, Isolda, van a pensar que soy lo que no soy. Plumigos es palabra que se debe al genio inventor de Marcos que a este paso va a cobrar más dedicándose a patentar palabras que Thomas Edison con sus inventos... Espero que falte poco para que llegue ese día... Pero si las cosas se torcieran -que no tiene por qué- alguna solución habrá. Unos cuántos os lo merecéis desde luego.

Marcos: Si llega la carte tarde a Oriente, ya sabes que entre Wikileaks (creo que el próximo secreto que revelarán son las discusiones entres Melchor, Gaspar y Baltasar a cuenta de un pedido que les hicieron desde Segovia) y como está el correo nunca se sabe, tendremos que hacer una colecta para ese MAC.
De todos modos, yo haría caso a FrancisCo. Como viste en Zaragoza, parecen los ordenadores de la Barby.

Ángeles Hernández dijo...

Bueno Amando , es verdad, lo tuyo ha sido armonizar. Por eso el símil empleado ha sido el de director de orquesta que mas que llevar el ordeno y mando favorece que suenen al unísono ( estilos, palabras, comentarios) la suma de solistas brillantes y creativos con el resultado de una obra de arte sin fisuras y sin salirse de la partitura.

Chapeau.

Gracias Marcos por tus gracias, a ver si se me pegan. Mandanos una foto con el MAC porque haberlo habralo.


Supermegabesos. A.

FranCCø dijo...

Amando, el ordenador "baby" que viste en Zaragoza, no es un Mac. Mi Mac está sobre mi escritorio en compañía de otro pc y de otro portátil.
Hace más de 15 años dije que nunca entraría en el mundo de la informática. También que seguiría realizando fotografía analógica y revelando en mi pequeño estudio de revelado casero. Afortunadamente he cambiado de idea.