1 jun 2010

Yo no soy tonto


Leyendo todos y cada uno de los comentarios de los lectores, colaboradores y autores (donde me incluyo) de esta novela, creo que me estoy perdiendo algo, me parece que esto no es real. Estoy seguro que existe un complot entre todos y me han dejado fuera. Podría jurar que todos saben que pasará con cada uno de los personajes de la novela, como transcurre cada uno de los capítulos y que final tiene. Es imposible que este proyecto que nació con las dudas y la incertidumbre con la que nacen todas las ideas, haya madurado y crecido de esta forma y que se hayan sumado colaboradores y lectores de tanta categoría literaria y que le aportan un valor difícil de cuantificar.
No me creo que sea posible que cada autor te ceda el testigo para la creación de un nuevo capítulo sin ninguna premeditación o brújula, y que el barco siga navegando y no zozobre, sino que llega a los mejores puertos.  No me entra en la cabeza que nadie sepa en lo que acabará esta novela. No comprendo como existen lecturas tan interesantes de cada capítulo, como aparecen tantos matices... Es cierto que imaginé una experiencia enriquecedora pero no hasta este punto. Nunca fuí consciente de la importancia de la lectura y de las innumerables interpretaciones de un texto, había oido hablar de ello pero aquí lo he descubierto de forma práctica.
Pero podría jurar que algo me he perdido. "Yo no soy tonto", ustedes me ocultan algo. Me parece imposible. Me da la impresión de que no soy parte de este original proyecto. Un proyecto que continúa fiel a sus mínimas norma iniciales, donde se escribe y se crea sin planificación previa entre los escritores. Empiezo a creer en esa máxima que dice que donde más orden existe es en el propio caos.

14 comentarios:

Amando Carabias dijo...

No lo dudes, amigo.
Como escribí en una de mis aportaciones en esta sección, creo que la clave está en la mirada de cada uno. Tengo claro que este proyecto no es mío, por tanto no puedo dejar de mirar al grupo, no puedo dejar de pensar que hay algo mucho mayor, mucho más importante que mis palabras o mis ideas o mis intuiciones.
Esto además, supone otra cosa, que estás más atento, lees con más detalle, piensas más despacio...
No dejas de ser tú, porque eso es imposible, pero comprendes que llegar al final, o sea conseguir ciertas cotas de coherencia que permitan no perderse en el camino, no depende de ti y que los demás también esperan de ti lo mejor...

Y por cierto, si alguien sabe o intuye algo sobre los misterios que rodean a esta novela, que diga algo.

Inma Vinuesa dijo...

En el caos del 11 S cuando se derrumbó una de las torres, un grupo de personas que estaban atrapadas se encontraron en un auténtico caos, no veían, no sabían donde estaba la salida, chillaban, gritaban. En medio de ese caos un jefe de policia con palabras tranquilizadoras comentó que intentaran calmarse que el buscaría una salida y volvería a buscarlo,en breve volvió y organizó una cadena humana, cada uno cogido de la mano del que tenía más cercano, poco a poco y con gran firmeza los condujo a la salida, cuando ya estaban a salvo les enseñó su dedo pulgar hacia arriba y felicitó a cada uno de los componentes del grupo por su comportamiento, luego desapareció en la nube de polvo para volver a salver a más personas.
Tú has organizado a este grupo, FranCo.
Un beso

Ana J. dijo...

De tonto no tienes un pelo, querido amigo.
Yo también alucino cuando leo los análisis que se hacen de los diferentes capítulos.
Lo de la brújula, el mapa, las ideas preconcebidas de por dónde debe caminar una historia... nada y todo sirve en este relato. Dependemos todos de todos y, en gran medida, de la visión que muestran quienes nos leen (yo a duras penas me considero una lectora como ellos: no doy la talla) y que van contribuyendo a que se consolide esta tela de araña.
Ahora bien, si lo que quieres decir es que estás "cagado" porque te toca escribir tu capítulo, ahí ya empezamos a estar de acuerdo...
Escribe mucho y deja alguna pista para seguir...

FranCo dijo...

Eso quería decir Ana J., que estoy "cagado".
Puedes creer que a penas me faltan 24 horas para publicar mi capítulo y aún no se a quien matar ni como hacerlo.

Es cierto, no tengo nada en mente. El capítulo de Amando me dejó acomplejado

Ana J. dijo...

Yo te puedo dar una pista de a quién matar, para que veas que soy generosa y no me guardo las ideas para mí solita... el arma la pones tu.
No tengo ninguna duda: para mañana a las 23:59 tendrás el capítulo listo y en la parrilla de salida. Y me habrás pasado el virus de la descomposición literaria.
Un abrazo y no tortures demasiado a tu víctima: una muerte limpia y honrosa. Siempre es lo mejor.

Marcos Alonso dijo...

Uff, que miedo, esto cada vez está más cerca. Pero, luego, FranCo, y ya esto lo conocemos todos, una vez publicado el capítulo, la satisfacción y la cara de relax no te la quita nadie, así que ánimo y a por el toro (esto es un decir, lo que nos faltaba en la novela un toro suelto por Avenida Victoria de Edimburgo, en plan San Fermines).

Amando Carabias dijo...

Estoy convencido de que el capítulo será uno de los más importantes de la novela. Desde luego no era mi intención acomplejar. De hecho este capítulo en el resumen de la trama va a pasar desapercibido. Dácil me dejó un bombón, eso es verdad, pero yo no he salido del bosque, así que no ha pasado nada de nada... Casi nada, vaya.
Seguro que a las 00:59 hora peninsular (joder lo que me hacéis trasnochar, a mí que me encanta madrugar) estás echándole perfume para que salga todo arregladito a la pasarela...

Anabel dijo...

Si lo de que no hay mayor orden que el caos -o algo así- fuera cierto, mi estudio en estos momentos sería el lugar más ordeando del mundo. Me dan ganas de mandaros un foto, a ver en dónde veis orden o concierto.

Bromas a parte, es cierto. A veces pienso que, aunque no me guste nada la comparación, somos como hormiguitas de un hormiguero organizado, que parece que tenemos libre albedrío y sin embargo todos y cada uno trabajamos por un bien común. Trabajamos con nuestra imaginación y nuestros dedos tras leer la última aportación de nuestro anterior compañero. Y, como tantas veces hemos dicho, de nada sirve haber preparado una escena, o una trama... De nada. Únicamente puedes ponerte a escribir en el momento en que has acabado de leer el último capítulo.

Éste es el engranaje de nuestro reloj que mide el tiempo inexacto.

Saludos,

Anabel, la Cuentista

Mordida por un pit bull!! dijo...

yo tampoco soy tonta! no leo todos los comentarios por que me agoto un poco, pero si la novela estera y la verdad es que pica, es increible la experiencia, los estilos, los aplaudo!
veremos como sigue.

tiene un limite de capitulos??

FranCCø dijo...

Mordida por un pit bull!!, gracias por seguirnos.

La novela no tiene límites, pero tampoco queremos hacer un serial venezolano. La propia hostoria pienso que pedirá un cierre.

Amando Carabias dijo...

Estoy convencido de que el final llegará solito. Sin forzar el ritmo.

Flamenco Rojo dijo...

Me reconozco más que tonto un poco incrédulo...y en algún momento he pensado: estos siete nos las están dando con queso...Estos “Siete Magníficos” tiene un guión, un esquema, una ruta por donde tirar, sino no se entiende tan buen resultado.

Por cierto sabríais decirme quien sería el Yul Brynner de los siete…

Abrazo fuerte.

FranCo dijo...

Flamenco Rojo, te puedo asegurar que lo que tu has sentido en alguna ocasión yo también lo he sentido.

Creo que me he perdido algo y que el guión está escrito y el único eslabón incordiante en el mismo soy yo.

Por ello lo del títilo de este post. No me llego a creer que la novela esté creciendo de esta forma y más me cuesta creer que se cierre.

Un abrazo.

Amando Carabias dijo...

Pues esa sensación también la tengo yo. Es algo alucinante, y será difícil de demostrar, pero yo lo que sé es que cuando me llega el turno sé lo que los demás, y durante un tiempito (muy poco,muy poco) soy el que más sabe de la trama.