11 dic 2010

¿Cómo escribo?


Escribir es un misterio, como lo es para todos, y  también coincido con los demás plumigos en esas situaciones que suceden en el proceso de la escritura. Desde luego la inspiración es un estado de gracia que no siempre está con nosotros, como si fuera la sequía periódica que anula  nuestra sedienta imaginación y capacidad creativa. No obstante, y en esto también coincido con algunos de ellos, no es lo mismo escribir un poema que una novela, creo que son los extremos más distantes. Normalmente, en la poesía se produce una especie de éxtasis, te sientes poseído, iluminado, si no lo estás suficientemente puedes acompañarlo de unas copitas de güisqui, siempre JB con 7up. Previamente una frase, algo o alguien que rondaba por tu cabeza es el detonante, la chispa de la inspiración y entonces sale todo a borbotones, como un embalse que revienta, y , sin comprender cómo, todas esas palabras se reparten de forma caprichosas entre los distintos versos. Los primeros versos, los suelo escribir en folios ya usados, casi siempre cortados por la mitad, que aprovecho para hacer garabatos. En esos folios, si el parto tarda más de la cuenta, comienzo a dibujar extrañas formas, que no soy capaz de definir, y que igualmente me evaden, de tal manera, que, a veces, me olvido de la poesía para pasarme, ensimismado, un largo tiempo haciendo esos “extraños dibujos” . Ciertamente hay trucos, al igual que los microrelatos para “arrancar” cuando se nos agota la batería de la imaginación: por ejemplo anotar una lista de palabras que cogemos al azar y luego intentamos hilarlas en una composición que muchas veces resulta un tanto absurda, pero con una atractiva forma. A continuación, y es tan importante como el anterior paso, entramos en la revisión y corrección. Aquí me pierdo, porque soy tan ansioso que pretendo publicar en el blog el texto que acabo de crear lo antes posible, a pesar de que soy consciente que siempre encontramos errores en las sucesivas correcciones, pero no lo puedo evitar, lo publico enseguida y es allí donde al volver a leerlo lo corrijo, pero sin mucha seriedad. ¡Por favor, absténganse los niños en edad escolar!

La novela, y lo digo desde la inexperiencia, es un proceso distinto que requiere otras estrategias. Puede surgir en cualquier momento, casi sin darte cuenta, como me ocurrió cuando empecé a escribir, ahora hace dos años, un relato y aún sigo en él. Una vez que has empezado o tienes la idea, hay que hacer una planificación, si sabes el final puedes estructurarla mejor, a diferencia de lo que nos pasó en Oscurece en Edimburgo, incluso te permite, yo lo he hecho, escribirla al revés, ciertamente he escrito algunos capítulos antes que sus antecesores. Luego la puedes guardar en un cajón y sacarla a pasear, a diferencia que con los perros, no necesitas hacerlo todos los días, pueden pasar incluso meses hasta que te entren remordimientos y vuelvas a escribir. Sin duda en esta afición necesitas tiempo y tranquilidad para escribir, si no, mejor dejarlo para tiempos mejores.

Escribir relatos y/o  microrelatos es un buen ejercicio de escritura y un formato que no produce tanto agotamiento o vértigo como la novela, por el contrario tienen que estar muy bien concebidos, en estos no te perdonarán tanto los errores como en los textos largos. Como en todos los demás géneros la imaginación se nutre de la experiencia y no se desechan aspectos biográficos, reales, noticias, imágenes, recuerdos… aquí todo vale y se recicla.

¿Y el taller? En esto soy algo maniático, aunque a veces tomo algún apunte en cualquier sitio, normalmente escribo en la habitación estudio, en mi mesa, porque es mía ¡mía!, digo esto porque esta pobre mesa ha sufrido distintos intentos de secuestro,  ha sido desahuciada,… el día que desaparezca creo que me costaría ponerme a escribir. El ordenador es la herramienta perfecta, aunque como ya dije suelo hacer algunos bocetos y extraños esquemas o mapas conceptuales, a veces. La noche o la mañana, entre semana es algo complicado, es el momento ideal y si hay presión mucho mejor. La música no suelo utilizarla, creo que no oigo nada cuando escribo.

Y finalmente está el motivo, por supuesto la idea es convertirme en un escritor muy famoso para poder ser rico y poder comprarme un pequeño portátil Mac (SI NO COGES LA IDEA  -¡REGALO DE REYES!- PENSARÉ QUE ERES TONTA O QUE NO ME LEES UN CARAJO, EN ESE CASO PENSARÉ QUE ERES ¡MENTIROSA!  ¡QUIERO MI MAC! ¡¿ME OYES?!. Hasta que eso ocurra  tengo claro que escribo para mí, para poder leerme, me hace respirar mejor, inspira profundamente cuando sale “algo” o resoplar antes de decir ¡joder…! Pero desde hace algún tiempo le he encontrado otro sentido se llama compartir, esto me llena tanto como lo anterior, aunque no desisto de la idea de tener un MAC.
Abrazos.
Marcos

12 comentarios:

Inma Vinuesa dijo...

Me gusta lo de garabatear, hacer esquemas y mapas conceptuales. Eso debe ser de nota, como los esquemas que nos recomendaban en la selectividad ¿te acuerdas?.
Me gusta como escribes, lo claro que tienes cada estilo de escritura y como lo adornas con tu inspiración personal.
Pórtate bien lo que queda de año para que te traigan los Reyes el MAC, que veo que como sigas por ese camino ejem, ejem...
Un beso escritor, que me ha encantado como escribes.

FranCo dijo...

Estimado Marcos, no tienes muchas manías para ser escritor. Muy normalito: una idea, un poco de alcohol, el deseo de que te lean y ser famoso. Pocos caprichos para un escritor tan ocurrente como tú lo eres.
¿Y ese capricho por un Mac? Yo lo tengo y no es un aparato precisamente para editar texto. Para escribir es el que nunca utilizo. Igual es ese el aspecto extraño que te faltaba.
Gran fichaje el que hemos realizado contigo.
Un abrazo

Amando Carabias dijo...

Dices que eres impaciente... Pues quien suscribe. En eso nos parecemos. Quizá necesitáramos un perro guardián que nos obligara a parar ese primer impulso algunos días. Al menos dos. Uno para no mirar el texto. Olvidarnos de él. Y el otro para corregirlo. Siempre hace falta.
Y soy tan impaciente que ni siquiera me preocupo por esquemas y cosas así. Haces bien.
Eseo de escribir hacia atrás la historia tiene sus ventajas desde luego.

Enhorabuena por este texto, me ha ecantado. Hay un par de pinceladas -o de copitas- que me habrían hecho reconocer al autor, aunque no lo hubieras firmado: MAH

Ana J. dijo...

Ya te estoy viendo en el proceso de escribir: iluminado-glub, glub (JB)-concentrado-disperso-concentrado-disperso-disperso-QUIERO MI MAC-disperso-concentrado-lanzado-uy,esto no iba ahí, pero ya está-otra idea-más ideas...
Eso de los garabatos debe de ser muy geminiano, aunque siempre he sospechado que es horror al vacío. Lo mismo eso es lo geminiano, junto con la impulsividad.
Yo no le veo problemas al procesador de textos del Mac, aunque reconozco que hay que cogerle el tranquillo y a veces te ves negro en cogerlo pero... es tan mono!!!!
Lucy dice que te lee, que ha leído este post pero que se va a hacer la sueca para hacerte sufrir un poco más. Perderé la amistad con ella por hacerte estas revelaciones pero me veo en la obligación de decírtelo.
Me cuesta imaginarte, ahora hablando muy en serio, planificando la historia, a pesar de que sé que esa novela que tienes entre manos tiene una orientación clara. Te veo más escribiendo, como tú mismo has dicho en relación a la poesía, a borbotones. Aunque, pensándolo bien... NO, me retracto: tú eras el único que tenía clara la trama de Oscurece en Edimburgo desde el primer momento y así la fuiste llevando, hasta el final. ¿Seguro que no sobornaste a Pilar para que sacara tu número y así poder escribir el final que tenías en mente desde casi el principio?
Eres una fuerza de la naturaleza, Marcos, original, vital (esta cacofonía me la permites, verdad),imprevisible.
Toda una experiencia y un placer plumear contigo
Un Mac-abrazo gigante

Flamenco Rojo dijo...

Me gustó saber cómo escribes...mejor dicho cómo y qué te rodea cuando escribes. Te digo igual que te ha comentado Amando, aunque no hubieras dicho quién eras sabía de quien se trataba...Aquí por el sur de la Península diríamos con cariño que eres un “guasa”. Y que te regalen ese portátil si te lo has merecido.

Un abrazo.

María dijo...

Gracias por dejarnos entrar en tu estudio, está visto que para escribir, cada uno tiene sus trucos, pero si al final, te llevan a escribir lo que deseas, pues bien está lo que bien acaba.

Menuda pataleta tienes con el MAC, no se yo si los Reyes Magos, te lo van a traer, espero que sepan apreciar tu sentido del humor y se den cuenta, que en el fondo eres un estupendo escritor y una buena persona.

Un abrazo.

PilarA dijo...

Yo estoy segura que no tienes al lado ninguna mujer tonta... aunque no pida a los reyes un MAC para ti, si no lo hace ella sabrá por qué, aunque tú no lo llegues a entender. No te hace falta un MAC para conseguir deleitarnos con tus palabras, con tu creatividad, con esa facilidad de brujo para crear aventuras y hacernos disfrutar de ellas.Recuerdo tus capítulos de Anochece en Edimburgo, eres imprescindible. Un beso maño.

Ángeles Hernández dijo...

Pues de impulsiva a impulsivo (geminianos como dice Ana J.) te digo de corrido y sin pensar que tu entrada retratándote, retratando al Marcos escritor, es una gozada y traduce claramente lo que ya nos has ido comentando en la novela y en los comentarios.

Yo solo escribo, y desde hace poco tiempo, relatitos. Para empezar me llega y me daís mucha envidia sana por vuestro arte y vuestra calidad.

Seguro que el MAC llega, sigue deseándolo y pidiéndolo que ahí estará.

Un abrazo y hasta siempre Á.

¡Cómo se os echa de menos!

Anabel dijo...

Eres todo un personaje. ¿Qué digo? Eres mejor que un personaje. Sin ti nada hubiera sido igual, mucho menos Oscurece en Edimburgo.

Espero que los Reyes -y no otra persona- te traigan lo que te mereces. Si es un MAC, pues un MAC y si no...

Besos,

Anabel

Marcos Alonso dijo...

¡Ay, Inma... si hubiese sabido lo de los esquemas... a lo mejor hubiese aprobado!

Gracias, Inma, en parte, y dado que llevo poco tiempo escribiendo, para bien o para mal, mi forma de escribir es culpa de ustedes, porque, para mí, La Esfera es lo más parecido que he tenido a una escuela literaria, con ecepcionales profesores-compañeros. Sin duda es un lugar donde aprender, compartir y disfrutar.

Marcos Alonso dijo...

Ahçi va una X

William Castaño-Bedoya dijo...

Que buen post. rememoro el como escribo yo y la verdad la impronta que haces me entusiasma. Que buen post.
Cordial saludo
Willcas